El Subsecretario de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental de Estados Unidos, Brian A. Nichols, respaldó las sanciones impuestas por su país a 16 funcionarios venezolanos. Estas figuras son señaladas por «obstrucción del proceso electoral y la violación de los derechos civiles en Venezuela».
Según Nichols, estas sanciones se deben a que estos funcionarios fueron acusados de «violar derechos civiles y humanos del pueblo venezolano y socavar la democracia en Venezuela». El diplomático tildó de «malignos» a los sancionados.
En esa misma línea fijó posición Matthew Miller, Portavoz del Departamento de Estado, quien también calificó a los funcionarios de «actores malignos», y agregó que EEUU tomó estas medidas que imponen restricciones de visa a personas vinculadas con la administración de Maduro.
Según la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro, las personas sancionadas incluyen líderes del Consejo Nacional Electoral (CNE) y del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) alineados con Maduro, quienes «impidieron un proceso electoral transparente y la publicación de resultados electorales precisos». También se sancionó a funcionarios militares, de inteligencia y del gobierno «responsables de intensificar la represión mediante la intimidación, las detenciones indiscriminadas y la censura».
Estados Unidos justifica estas sanciones argumentando que Maduro y sus representantes «se han atribuido falsamente la victoria mientras reprimían e intimidaban a la oposición democrática en un intento ilegítimo de aferrarse al poder por la fuerza». Estas sanciones se suman a más de 140 funcionarios o antiguos funcionarios venezolanos que han sido sancionados por el Tesoro de Estados Unidos.
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