El sábado por la noche, tras la victoria del PSG sobre el Inter en la final de la Champions, uno de sus artífices llamó a la calma: «Va a ser increíble en París «, declaró Ousmane Dembélé, «pero por favor, nada de violencia, no rompemos nada, estamos tranquilos, solo estamos de fiesta«.
Un llamamiento transmitido por el club y su presidente Nasser al-Khelaïfi. En vano. En París, y también en provincias, la victoria del PSG estuvo acompañada de su ya tristemente clásica procesión de ataques a las fuerzas del orden, saqueos, destrucciones y violencia.
En París, a las 22 horas, mucho antes del pitido final, la jefatura de policía ya había registrado 59 detenciones, sobre todo por posesión de productos peligrosos y agresiones a personas con autoridad, reseñó el medio francés Le Figaro.
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Las primeras tensiones se notaron en los Campos Elíseos y en la Puerta de Saint-Cloud. La prefectura indicó entonces que se había utilizado un cañón de agua «para proteger la plaza de la Estrella, ya que la barrera colocada fue rota por una gran multitud que evidentemente no estaba viendo el partido».
El prefecto de policía Laurent Nuñez dijo el domingo que tuvo que ordenar este despliegue «a partir del minuto 51 del partido«.
«Bandas de saqueadores y vándalos que no vieron la final » y que reunían a varios miles de individuos, se pusieron rápidamente manos a la obra. Y el prefecto mencionó «se ha dado cita el público habitual que encontramos el 14 de julio, el 31 de diciembre o para los grandes partidos del Mundial «. A las dos de la madrugada, el número de detenidos ya ascendía a 294.
Los enfrentamientos continuaron en los Campos Elíseos, en la plaza de la Porte de Saint-Cloud, donde la circunvalación fue invadida varias veces, y en otras zonas como el Pont d’Iéna, pero las cifras fueron aún más altas el domingo. Según fuentes policiales, la cifra provisional a las 8h00 era de 426 detenciones, de ellas 417 en París. Dos horas más tarde, y mientras el régimen provisional seguía vigente, se produjeron 559 detenciones en todo el país, de las cuales 491 en el área metropolitana de París y 392 en zonas foráneas.
El balance provisional de víctimas también es elevado, con dos muertos y varios heridos, algunos de gravedad. En París, un conductor de scooter de unos veinte años fue atropellado mortalmente por un coche.
En Dax, al borde de una zona de aficionados, un joven de 17 años fue apuñalado y murió a causa de sus heridas. En cuanto a los heridos, en París se produjeron 192 víctimas entre el público, cuatro de ellas de gravedad.
Según fuentes policiales, 22 gendarmes y policías resultaron heridos (incluidos 18 en París), así como siete bomberos. En Coutances (Manche), un agente de policía fue alcanzado en la ceja por un petardo. Está hospitalizado, fue puesto en coma inducido.
