Guama, un pequeño pero importante pueblo ubicado en la región centroccidental de Venezuela, es un lugar que cuenta con una rica herencia cultural, social, educativa, deportiva, histórica, culinaria y de tradiciones.
A lo largo de los años, este terruño ha sufrido cambios significativos en su estructura social, económica, familiar y cultural, destacando, por supuesto, su evolución y retos que enfrenta hoy día con un aroma y sabor a un pasado que cimentó la denominación “La Atenas del Yaracuy”, merecido título, por la formación de sus habitantes.
Históricamente, Guama ha sido un punto de encuentro para diversas culturas, su privilegiada ubicación geográfica la convirtió en un lugar estratégico para el comercio y el intercambio. En sus inicios, sus comunidades indígenas que habitaban la región, desarrollaron tradiciones agrícolas, siendo la siembra, entre otras, su actividad destacada a través del tiempo, pasado y presente.
En el ámbito social, Guama es testigo de muchos cambios políticos y eventos históricos que moldearon la identidad de sus habitantes. Desde la Independencia de Venezuela, hasta periodos de conflictos y luchas por los derechos actuales, los “guameños” han demostrado resiliencia, capacidad y paciencia sobresaliente para adaptarse a las adversidades actuales, que día a día debemos sortear.
Hoy en día, Guama es un pueblo que enfrenta grandes retos, pero también cuenta con oportunidades para su desarrollo. En términos educativos, la Universidad Nacional Experimental de Yaracuy (Uney) hace su presencia como oferta universitaria, sus familias siguen siendo la fuente principal en el aporte del recurso humano.
La producción artesanal, aprovechando el trabajo que elaboran sus trabajadores, se posiciona como un producto atractivo para el mercado local, regional y nacional por la calidad de sus faenas, que se le ofrece al visitante y al habitante de estas benditas tierras yaracuyanas.
El presente de Guama también se ve marcado por la migración, muchos jóvenes siguen buscando oportunidades en las ciudades cercanas o en el extranjero, lo que ha llevado a un envejecimiento de su población adulta.
Sin embargo, aquellos que permanecemos, estamos trabajando activamente en proyectos que buscan revitalizar su economía local y fortalecer la identidad cultural, deportiva, social, educativa decaída en los últimos años por profundos problemas políticos y sociales que nos aquejan en el devenir del tiempo. El futuro de Guama dependerá en gran medida de cómo su comunidad enfrente los retos actuales y las oportunidades emergentes.
Iniciativas para fomentar el turismo, la valorización de productos locales, serán pasos importantes hacia un desarrollo integral que vemos mermada, sobre todo, en actividades como las deportivas, sociales, educativas, culturales que la Guama de antaño tantas alegrías nos dio, pero estamos seguros de que muy pronto resurgirá como el Ave Fénix, devolviéndole la majestuosidad de la bien llamada por los historiadores “la Atenas del Yaracuy”. Enhorabuena estimados lectores, así será.
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