Personas con patologías como diabetes, hipertensión o problemas convulsivos destinan un alto porcentaje de sus ingresos en medicinas. Muchos optan por “estirar” las dosis al tomar las “pastillas un día sí y el otro no”, o ahorrar para comprar lo que puedan. Existen fármacos que cuestan entre Bs. 200 y Bs. 500, mientras que otros pasan los Bs. 1.800. Algunos deben elegir entre comer o comprar medicinas.