spot_img
miércoles, marzo 12, 2025
InicioOpiniónNOTAS DESDE FARRIAR… De mujer a mujer

NOTAS DESDE FARRIAR… De mujer a mujer

- Publicidad -

“Lo tomo en mis brazos ardientes / con besos de muerte / y lo hago sentir /…De mujer a mujer lo lucharemos/ y así triunfante con él me quedo / como tiene que ser”/. Este bolero, interpretado por una de las voces femeninas más exquisitas y verídicas como es “Toña La Negra”, constituye uno de los momentos estelares del bolero que se pasea por todos los rincones del alma lacerando el triángulo amoroso y donde la mujer recurre a sus encantos para definitivamente quedarse con el ser que se ama.

No es fácil determinar la actitud de la mujer ante el amor, ni cómo ella concibe al hombre en su mitología amorosa. La mujer ante el amor comienza con un aflujo vital que ha manifestado la potencia del macho y se pierde en la perspectiva infinita. El monstruo del amor, formado por este triángulo amoroso, tiene una conciencia de amor, que ella trata de prolongar todo lo posible. No podrá sorprendernos mucho que el acto amoroso sea para la feminidad el símbolo de su victoria natural y efímera sobre el hombre.

Una mujer solo siente amor por su amante en tanto él se convierte por un instante en la noche de su nada prenatal. Sin duda, la mujer realiza mejor que el hombre ese deseo propio de su esencia: convertirse en lo que se ama.

Es la mujer la gran sacerdotisa del amor, del nacer y del morir. En efecto, es imposible que la mujer realice su destino de mujer si en la noche del amor no siente que es la verdadera conciencia de la pareja.

La noche siempre ha sido mi eterna compañera. Sigo sentado en el corredor de mi casa escribiendo esta crónica, son las 3:00 de la mañana, y la cerveza sigue fluyendo. Y recuerdo a la última rocola frente a la barra fiel a “Toña La Negra” que no dejó tiempo para una breve esquelas ni siquiera. Y se llevó con ella la temperatura justa de lo amargo; se llevó la risa convertida en afinación irónica, incluso mudó su residencia al despecho, al desgarro, al desierto puesto en una sola voz.

También se llevó su hambruna y mucho grito. Para que todos entiendan, “Toña La Negra” es una experiencia individualísima, que se digiere con la permisiva rebeldía que agita cada quien cuando esa ronquera se convierte en atmósfera. Y yo tengo a “Toña La Negra” puesta en la memoria con un buen trago que sirve para cubrirse de la lluvia, el frío y de la muerte, quizás.

Y con el amor de Marisol me perdí en el torbellino de la noche. Yo te estaré buscando en miles de mundos y durante diez mil vidas hasta encontrarte.

Lea también: NOTAS DESDE FARRIAR… Una hermosa declaración de amor

Artículos relacionados

Últimas entradas

lo más leído

TE PUEDE INTERESAR