Con 16 años recién cumplidos y la ambición de convertirse en campeona mundial y olímpica, Oriannys Martínez inicia su ruta a los torneos internacionales de taekwondo con su participación en el chequeo nacional que se realizará en Puerto La Cruz, estado Anzoátegui, del 14 al 17 de febrero.
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Con la noticia de que el taekwondo podría ser parte de las Olimpiadas de Los Ángeles 2028, esta atleta yaracuyana, que ostenta el título de campeona nacional de poomsae (figura) obtenido en el Campeonato Nacional de Mérida 2024, redobla sus esfuerzos para cumplir con los parámetros establecidos por la Federación Venezolana de Taekwondo y estar lista a la hora del llamado para formar parte del ciclo olímpico.
Precisamente, este chequeo nacional representa el primer peldaño en su meta de seguir haciendo historia en el deporte yaracuyano, ya que es la primera atleta de la región en consagrarse como campeona nacional de poomsae y, a pesar de que no cumplía con la edad mínima para participar como selección de Yaracuy en los pasados Juegos Nacionales Juveniles, su transitar en los siguientes años definirán su posibilidad de convertirse en una de las venezolanas más jóvenes en participar en unos Juegos Olímpicos, pero, como ella misma dice, “un paso a la vez”; está concentrada en conseguir su cupo en la selección nacional el próximo mes.
Con 10 años de experiencia en esta disciplina, Oriannys ha participado en competencias nacionales infantiles, de cadetes y juveniles, consiguiendo en el Campeonato Nacional Juvenil de Taekwondo el primer título de poomsae para Yaracuy, además de la medalla de bronce en combate.
Ella combina el taekwondo con sus actividades académicas (cursa el último año de bachillerato), una simbiosis que quiere mantener durante su etapa universitaria, ya que se plantea estudiar Lenguas Extranjeras, probablemente en el estado Lara, por lo que consideraría seguir entrenando en el vecino estado, aunque le gustaría mantenerse como ficha de Yaracuy.
Ya en un futuro cercano, le gustaría llevar la filosofía del Club “El Yaguar”, donde se ha formado desde pequeña bajo la tutela de su padre y maestro Omar Martínez y un grupo de senseis que la han ayudado a crecer como atleta y persona, a otros escenarios, abriendo, por ejemplo, una sucursal en el centro de San Felipe y así colaborar con la masificación del taekwondo.
