Este #4Dic se cumplen dos meses y cinco días del caso del niño de cinco años que fue abusado sexualmente en Independencia, suceso que quedó en silencio después de algunas semanas de haber sucedido, pues desde el Ministerio Público así como del CICPC no hubo más pronunciamiento que indique si tienen o no identificado al responsable.
Sin duda, el hermetismo sigue siendo la constante y con ello crece las innumerables interrogantes por parte de personas que quedaron consternadas con lo ocurrido y que hasta ahora piden justica vía redes sociales.
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Lo último que se supo de este caso, dos semanas después del suceso, es que la fiscalía nacional N°71 del Ministerio Público junto a un equipo multidisciplinario integrado por expertos de dicha institución, CICPC y SENAMECF Caracas, designados para la investigación, se trasladaron a Yaracuy para realizar pruebas biológicas de las que después no se supo más nada y el silencio incrementó.
En resumidas cuentas, el agresor del niño sigue libre como si nada hubiese hecho, públicamente se desconoce si está o no identificado así como que el caso está impune ante la ciudadanía.
Sobre lo ocurrido
Como ya se ha reseñado en reiteradas oportunidades, el pasado 29 de septiembre un familiar de la víctima lo encontró arrinconado dentro del salón en el que estudia, ubicado en el Centro de Educación Inicial Rafael Antonio Zumeta, municipio Independencia, al revisarlo se percató que el niño tenía el mono lleno de un líquido y expresaba molestia al caminar.
Ante la irregularidad, la persona se llevó al menor de la escuela y lo enseguida lo trasladó al Hospital Pediátrico Niño Jesús de San Felipe para que lo revisaran y desde ese momento el caso fue denunciado como un abuso sexual.
Todavía no hay confirmación oficial si el niño fue víctima dentro del centro educativo, sucedió en la casa o en otro lugar, aunque la familia siempre aseguró que fue en el preescolar, versión que afirmaron en las reiteradas protestas que hicieron a las afuera del plantel y en el Ministerio Público del estado Yaracuy.
Han pasado 66 días de hermetismo y sin la captura del agresor de un niño que quedó marcado para toda su vida.
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