El pago del bono de guerra, que comenzó a caer desde el viernes, movilizó las ventas en los comercios donde expenden alimentos. El fin de semana, sobre todo el domingo, había movimiento, tanto en las carnicerías como charcuterías y supermercados.
Como todos los años, en este se esperaba más movimiento buscando el regalo a última hora por el Día del Padre, pero esta vez no fue así; la mayoría de los negocios estaban solos, los únicos que tenían algunos clientes eran los que ofertaron bóxer, medias y short.
Gustavo Ortiz, uno de los clientes, dijo que entre la quincena y el bono reunió cerca de 3.600 bolívares, lo que a su juicio sigue siendo insuficiente para todo lo que se necesita comprar en una casa.
“Hay que apartar para los pasajes y los servicios, cómo se estira esa ñinguita que dan con tantos gastos que uno tiene”, dijo.
Una jubilada del sector salud comentó que su quincena fue de 200 bolívares y el bono de 3.280. “Eso se vuelve sal y agua, en cada comercio que llego, gasto en algo, y cuando reviso no me queda nada en la cuenta”.
Refirió que el venezolano ya no aguanta la situación, “muchos hemos dejado de ir al médico, porque no nos alcanza”, agregó.
“En la carne, charcutería y frutas se gastan más de 400 bolívares, a los que le sumo el contrato de la funeraria, más las medicinas de la hipertensión, y este Gobierno cree que con esos 3 mil bolívares podemos costear todas nuestras necesidades”, expresó.
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