Política 2024: Al cierre del año debemos destacar varios elementos que marcan el compás y el inicio del 2025. Sin duda, uno es el 28 de julio de 2024 en Venezuela, evento que debe ser asumido como un propósito de paz para todo el país, con la transparencia de por medio. El triunfo de Donald Trump en Estados Unidos es otro acontecimiento que dibuja un panorama de varias perspectivas cambiantes alrededor del mundo, porque representa un triunfo para el anti progresismo y anti globalismo. Y la caída de Bashar al Assad coloca a Medio Oriente como una zona de gran volatilidad, aún más a la que ya teníamos como referente. 2025 será un año de grandes expectativas en lo político, aunque también veremos mucho de lo tecnológico avanzando a pasos agigantados.
Expectativa periodística: Hablar de éxitos políticos, económicos o sociales, bajo la opacidad de las cifras convenientes y la manipulación, es algo que hoy puede ser develado con gran facilidad. Se trata de una realidad que, mundialmente, se impone por la vigencia y la fuerza de las redes sociales. El llamado periodismo ciudadano o el individuo convertido en un validador, informador o corrector de los hechos, supone una dinámica novedosa en donde no encuadra el populismo tradicional y el plan de realidades mediáticas contra la realidad, siendo los medios de comunicación una fuerza que en mayor o menor grado impactan en la población. Lo vimos en la pasada campaña electoral de Estados Unidos, donde los youtubers y podcasters superaron con creces el papel de los periodistas tradicionales. Hay que entrar en sintonía con los cambios.
Inteligencia artificial: Una nueva realidad ha sido la bandera de este año y es el auge de las IA, o inteligencias artificiales. Hemos visto la creación de avatares que simulan ser personajes, la clonación de voces, la construcción de videos a partir de fotos o descripciones, resúmenes de libros, ideas a partir de palabras claves, descripción detallada del pasado histórico con la alimentación de hechos descritos, en fin, un mundo increíble que surge de la capacidad analítica de estos nuevos sistemas. Sin embargo, no todo es color de rosa. El proyecto del sueldo universal, de la identidad universal o la moneda global (el worldcoin), ponen en el tapete de la ética hasta dónde deben llegar estos sistemas y quiénes los regentan, porque es, en definitiva, muchísimo poder en las manos sin ningún tipo de control o barrera moral. Este año veremos debates al respecto.
Movimiento “feminista”: En Argentina, una joven de 17 años expone que a sus 14, hizo una denuncia falsa de abuso contra su padre, y este ha permanecido tres años en prisión, a pesar de los esfuerzos de su familia para revertir este desastre. Al respecto de este victimismo enfermizo, recuerdo las palabras de Irene Montero que sostuvo que “Es preferible un inocente preso, que un agresor sexual en libertad”. Es decir, la denuncia de una persona, en este caso una mujer, vulnera todo principio universal de la presunción de inocencia y pre condena al hombre a ser culpable y a tener, en todo caso, que demostrar lo contrario. Así, veo una infame recomendación de un movimiento feminista en el país, que sugiere que la denuncia de una mujer debe ser tomada como cierta y, bajo ninguna circunstancia, poner en tela de juicio el señalamiento. El feminismo se debilitará en el 2025 por sus propias contradicciones.
Todo por ahora: Nos despedimos por este año, a la espera de una mejoría nacional y global, siempre con la convicción de que los cambios deben darse en paz; que las limitaciones, sanciones y restricciones al país son una afección para todos, y es muy fácil pedir complicaciones para Venezuela cuando no se vive en ella. El año 2024 ha sido un año muy complejo en muchos aspectos y debería haber producido una gran reflexión entre políticos y gobernantes, cosa que no hemos visto al momento. Feliz Navidad y un venturoso Año Nuevo 2025. Nos vemos en enero.