Al final de un auténtico festival ofensivo, los parisinos, liderados por un fenomenal Désiré Doué, superaron literalmente al Inter de Milán (5-0) para conquistar su primer título.
Tras una brillante actuación en la final, los parisinos aplastaron este sábado al Inter de Milán ( 5-0 ) en Múnich y conquistaron su primer título de Liga de Campeones. Así encabezó su reseña el medio francés Le Figaro.
Sin duda el año menos esperado en Francia, cuando el PSG apostó por la juventud, el compañerismo y la paciencia tras la era de las estrellas. El C1 hay que ganárselo. Dados por muertos antes de enfrentarse al Manchester City a finales de enero, los jugadores de Luis Enrique se turnaron descartando a Brest, Liverpool, Aston Villa y Arsenal para invitarse a Múnich, donde dieron una lección de fútbol a los nerazzurri, ya desafortunados finalistas en 2023 . La triunfante juventud parisina tuvo demasiados argumentos. Una coronación que lleva el sello de Luis Enrique.
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En un calor sofocante y una atmósfera volcánica, el árbitro soltó a las fieras y finalmente dio el puntapié inicial. Vamos a jugar. De una sola mano. Simone Inzaghi dijo que quería la posesión. Palabras, nada más que palabras. Luis Enrique, por su parte, eligió a Doué en lugar de a Barcola para esto. Bien visto. No se sabía aún hasta qué punto.
Las primeras emociones llegaron con el gol de Sommer con varios balones en su área (7º), el primer disparo a puerta de Dembélé (sin peligro) (11º). El PSG gana en puntos. Y pronto, el marcador.
Recital
Ruiz salió a por Vitinha, que encontró a Doué en el área. Este último se lo cedió a Hakimi, que crucificó a su ex club (1-0, 12º). Un gol muy luisenriquiano y que se trata de trabajo en equipo. Pero ese “Haki” no celebró. Una cuestión de respeto. La curva parisina en llamas. Y aún no había terminado.
Los jugadores de Luis Enrique jugaron un fútbol de ensueño. “Kvara” arriba (18). Dotado en el nicho, tras un servicio perfecto de Dembélé (0-2, 20º). Disparo bloqueado por un jugador del Inter. Los planetas alineados.
No hay que olvidar saludar el rescate de Pacho al inicio de la acción. Derribados de pie, los jugadores de Simone Izanghi intentaron reaccionar con cabezazos de Acerbi (27º) y sobre todo de Thuram (37º) que se marchaban desviados tras un córner. Pero fueron los parisinos los que estuvieron cerca de marcar.
Estos parisinos son injugables. Demasiadas permutaciones, demasiados centrocampistas. Y fue durante el mejor período del Inter, en los últimos 15 minutos antes del descanso, cuando el PSG tuvo más oportunidades. Decidido a llevarse el punto, el PSG empezó con fuerza, pero le faltó suerte para marcar ese preciado tercer gol (46, 50, 52). Los contactos se hicieron más duros y el juego más tenso. Un poco de delicadeza, con esta deliciosa ruleta de Doué y Hakimi cerca del doble (60º).
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Finalmente fue Doué quien consiguió uno, un lanzamiento perfecto de «Viti» (3-0, 63′). Pequeño taconazo de Dembélé al inicio, dulce. Doué pudo regresar al banquillo con una sensación de logro (66º).
Por siempre segundo
Como este malentendido entre Thuram y un compañero en el área pequeña (67) o la salida por lesión de Bissek, ocho minutos después de su entrada, el Inter no tuvo respiro. Barcola tuvo el balón para el 4-0 (70º).
Kvaratskhelia, por su parte, no dejó margen de maniobra y lanzó un misil para concluir un contraataque (4-0, 73′). El banco parisino invadió el césped. Luis Enrique en trance. Momento suspendido. «Estamos en casa, estamos en casa», gritaban los aficionados parisinos.
Solo faltaba Donnarumma, que se colocó por delante de Thuram (75º). Todavía hay tiempo. Momento para disfrutar, para saborear este momento único, con el Barcola cerca de marcar un gol de locura (82′) y el » olé, olé » que cayó desde la grada. Como símbolo, fue un niño, Mayulu, quien cerró el marcador (5-0, 87º). La guinda del pastel.
32 años después del OM, otro club francés ganó la Copa con las Orejas en Múnich. Y esto llega 29 años después de que el PSG ganara su primer trofeo europeo, la Recopa de Europa, en 1996. Será una noche larga. Los próximos días también incluirán los Campos Elíseos, el palacio presidencial y el Parque de los Príncipes, que deberían recibir a los parisinos el domingo. Según la leyenda, los citados parisinos se han autoinvitado.
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