
La contracción económica sigue presente y es el bolsillo del venezolano es el que sufre a diario. En lo que va de 2025 el ciudadano no ha podido sentir un respiro financiero, ni siquiera con los bonos o subsidios que otorga el Estado.
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La realidad es que la devaluación del bolívar es demoledora con el presupuesto familiar, nada más este año la variación porcentual de la moneda nacional frente a la norteamericana (cotizada a la tasa oficial del Banco Central de Venezuela) ha sido del 26,66 %. El 2 de enero la tasa se cotizaba en Bs. 52, 5, mientras que este 14 de marzo cerró en Bs. 66,5.
Desde que inició este 2025 la tasa de cambio de la moneda estadounidense ha sido con tendencia al alza, arrancó en Bs. 52 y el 6 de febrero llegó a la barrera de los Bs. 60, desde entonces ha pasado más de un mes y ya está cerca de los Bs. 70.
Esta situación ha impactado fuertemente en los precios de los productos y servicios, puesto que la economía en el país baila al ritmo de la moneda norteamericana. Hacer un mercado es cuesta arriba, incluso, uno de los últimos reportes del Cendas señalaba que una familia necesita casi $ 500 para cubrir la canasta alimentaria.
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Salarios pírricos

Toda esta situación la enfrenta el venezolano con las manos vacías, ya que no tienen un buen ingreso para defenderse; este fin de semana se cumplieron tres años del último aumento de salario por parte del Ejecutivo nacional, que en ese entonces fue ajustado a Bs. 130, un monto que actualmente equivale a poco menos de $2
“Como respiramos con ese salario por el piso, lo que cobro cada quincena se va es un mercado de una semana”, dijo una docente de San Felipe, quien aseguró que ella sobrevive es con “tigritos” de repostería y peluquería.
“Todos queremos que aumenten el salario, ya nadie aguanta vivir así, pero que ese aumento no implique también que todos los precios de los productos suban, tiene que existir un equilibrio”, dijo otra trabajadora del sector público en Yaracuy.
Bonos ayudan, pero no solucionan
Algunos enfrentan este terremoto económico a través del subsidio que otorga el Estado, uno de los más sonados es el Bono Contra la Guerra Económica que otorgan cada primera quincena del mes, y aunque es de ayuda, no es la solución al problema, debido a que también ha podido escaparse de la veloz inflación.
Este tercer mes del año el pago de dicho bono fue de Bs. 5.940, lo que a la tasa oficial equivale $ 89,40. Este mes tuvo un diferencial de Bs. 450 en comparación a febrero cuando fue de Bs. 5.490; y si comparamos con enero sería de Bs. 1.170, ese mes el bono llegó de Bs. 4.770.
Y aunque este pago en bolívares se vea abultado, no quiere decir que lo sea. Según los beneficiarios cada mes rinde menos, la mayoría lo usa para hacer un mercado relativamente sustancioso y quizá pagar algún servicio, pero ambas cosas es difícil.
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