Las sociedades han avanzado en la medida que desarrollan la innovación. La aplicación de procesos creativos intelectuales con ética, compromiso y sensibilidad social, resultan determinantes para el cambio social. La educación y el trabajo están vinculados al desarrollo social y laboral. En cualquier caso, para abordar una realidad social-educativa-laboral podemos utilizar dos posiciones fundamentales “los teóricos” y “los prácticos” o una combinación de ellas. Los teóricos producen aportes para el conocimiento, generan constructos y sistemas de referencia desde las cuales podemos comprender, explicar, predecir y estudiar una realidad. Los prácticos impulsan cambios y mejoran las situaciones concretas. Según el modelo epistémico, se desarrolla el proceso de formación de profesionales y a partir de allí, podemos cultivar un ser humano, apto para vivir y convivir en sociedad y preparado para realizar un trabajo intelectual y el ejercicio de una profesión.
En todo caso, la investigación es el vínculo entre el conocimiento teórico, requerimiento práctico y la necesidad de adaptar métodos, técnicas y procedimientos a una situación problemática. Es por ello que los programas de posgrado se orientan a la sistematización de experiencias y el desarrollo y aplicación del conocimiento. El mayor nivel académico para la acreditación en “teoría y práctica” se logra idealmente en un programa de formación doctoral, donde convergen formación de pregrado, manejo procedimental, aplicación de conocimiento, desarrollo teórico y perfil innovador y de investigador. Este programa está unido de forma irrenunciable a la investigación.
Cualquiera que sea el programa de estudio realizado, se requiere de la investigación para dar respuestas a las necesidades de la sociedad. El estudiante de pregrado, el profesional, el aspirante a un título de especialización, de maestría o de doctorado tiene que conocer y emplear el proceso de investigación. Un profesional debe ser capaz de aplicar el conocimiento de una o varias disciplinas para resolver una situación problemática que exige una respuesta. Este profesional puede estar vinculado al desarrollo de procedimientos y/o a la fundamentación teórica o de varias técnicas. En todo caso, el profesional requiere de técnicas y de metodología de investigación.
Las investigaciones académicas y científicas difieren, considerablemente, de los trabajos intelectuales que se realizan a nivel de experiencias y exigencias en los ámbitos laborales técnicos y sociales. Los primeros deben concebirse como ejercicios intelectuales de inducción profesional con algunas excepciones, porque toda norma la tiene. Los segundos, son proyectos con exigencias complejas donde la celeridad, la eficacia, la eficiencia, la rentabilidad resultan una prioridad.
Se evidencia entonces, que sociedad-trabajo-educación-investigación conforman un sistema para la innovación. La sociedad requiere del conocimiento para avanzar, la investigación permite impulsar mejoras en la educación. Los profesionales se forman y luego aplican el conocimiento y desarrollan la investigación. Es evidente que la investigación es un proceso muy transcendental. Es uno de los tipos de trabajo intelectual que realizan los investigadores y profesionales. La investigación es por tanto estimados lectores, un medio, una forma de trabajo y una herramienta al hecho social que debe indudablemente activar el cambio social.
