En Yaracuy y, aparentemente, en todo el país, fue restringida la venta de motos en los diferentes concesionarios, la medida, la cual incluye los planes de crédito y financiamiento, arrancó hace varios días y hasta ahora no hay una explicación oficial, a los encargados de este tipo de negocio solo les informan que es una orden nacional.
“Por ahora no podemos vender motos, la comercialización está suspendida en todo el país”, es la respuesta que dan los trabajadores de los concesionarios a los clientes interesados en este tipo de vehículo; a ellos les llegó la semana pasada un escueto comunicado en el que no dan mayores detalles de dicha medida, sin embargo, varios coinciden al decir que presumen que sea hasta después de las elecciones presidenciales del próximo 28.
Recorrimos varios concesionarios del área metropolitana para conocer de cerca esta situación, en un local dijeron que las motos estaban exhibidas, pero no a la venta hasta nuevo aviso, en otro negocio estaban prácticamente vacíos, allí afirmaron que la comercialización la retomarían luego, creen que después de las elecciones.
En un tercer negocio señalaron que no tienen vehículos a la venta debido a una orden nacional, y en un cuarto local sostuvieron que estaban vendiendo solo las pocas unidades que les quedaban en el almacén, y que desconocían cuándo volverían a autorizar la venta, alegaron que, al parecer, era por un “tema político”.
La mayoría de estos locales abre solo para la venta de repuestos y accesorios para motos. Los trabajadores dan precios y muestran los modelos de las motocicletas, pero de inmediato informan que por ahora no las pueden comercializar.
No hay orden oficial
Todo está siendo manejado con mucho hermetismo, una situación que genera varias versiones, pero todas son simplemente rumores, nada está confirmado. La realidad es que nadie explica la razón de esta medida que entró en vigencia sigilosamente.
En los establecimientos, los dueños de empresas y comerciantes están de manos atadas, ya que este negocio estaba creciendo como la espuma y ahora se encuentran en el limbo. Les preocupa el pago de alquileres y tributos, ya que no están facturando.
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