La viruela del mono es una enfermedad que se transmite de animales hacia las personas. Es poco común y sus síntomas son similares a la viruela común, pero en una menor intensidad. Esta es una enfermedad que ha sido detectada en 1970, pero a inicios de mayo de 2022 se detectó un nuevo brote en España, Portugal, Estados Unidos y Canadá.
Los síntomas de la viruela del mono son parecidos a la gripe e incluyen los típicos dolores musculares, fiebre, escalofríos, agotamiento, dolor de cabeza, dolor de espalda, ganglios linfáticos inflamados y la típica erupción tan característica de la viruela, que en este caso suele comenzar por la cara para extenderse a otras zonas del cuerpo, sobre todo las palmas de las manos y las plantas de los pies, luego de dos a tres días.
Antes que aparezcan los síntomas, la infección pasa un periodo de incubación que suele estar en un rango de 6 a 16 días. En algunos casos el lapso puede ampliarse hasta 21 días.
La erupción cutánea afecta, principalmente, al rostro y luego puede extenderse a las palmas de las manos y las plantas de los pies.
Cabe destacar que las lesiones aparecen como unas ampollas llenas de líquido, se transforman luego en pústulas y luego se transforman en costras durante un periodo de 10 días. La eliminación en totalidad de las costras se demora aproximadamente unas tres semanas.
Asimismo, las lesiones ocasionadas por las erupciones pueden afectar áreas como las mucosas de la boca, la córnea, la conjuntiva palpebral y los genitales.
Los casos más graves producidos por la viruela del mono se presentan en niños, y la evolución puede variar dependiendo del grado de exposición que mantuvo ante el virus. También dependerá de la salud que tenga el paciente y las complicaciones que pueda presentar por los síntomas.
Pudiera tener una variante de transmisión respiratoria
Julio Castro, médico infectólogo, explicó a Unión Radio este #22Agosto que la Mpox «es una zoonosis que vive en diferentes tipos de primates, el virus se está produciendo allí».
«En África el mono infectado tiene contacto con el ser humano, con los cazadores, ellos traen el virus consigo y los humanos traen el virus a las aldeas donde comienzan las transmisiones de humano a humano», dijo.
Castro resaltó que «en este caso no hablamos de variantes, sino de clados, en 2022 el clado que estuvo activo en el mundo era el número II, en este momento pareciera ser el número I que es un poco diferente al anterior».
«En ell 2022 se produjeron 100.000 casos en el mundo y el 85% eran hombres que tenían sexo con hombres y el 75% eran pacientes HIV positivos».
Sin embargo, «la sospecha que hay ahora es que pueda estar en el nuevo clado una forma de trasmisión un poco más extendida, es decir transmisión respiratoria, aunque no está confirmado todavía«.
«La OMS todavía no ha confirmado que hay un porcentaje de niños infectados que puede estar cercano al 40% de totales transmitidos de junio hasta ahorita, niños que estaban en el hospital del Congo por otras razones y se terminaron infectando», destacó.
El médico explicó que «si la situación es igual al 2022 no se debe extender mucho, pero si por el contrario se añade al nuevo clado esta forma de transmisión puede cambiar drásticamente».
Por el momento, «la palabra debe ser tranquilidad a la población en general, el tema por el momento está centralizado en el Congo y los países cercanos a el«.
«En países como Venezuela debemos estar pendientes e identificar en estos grupos de riesgo que pueda haber personas con síntomas similares a los que da este virus».
