El próximo 28 de julio, diez candidatos se medirán en las urnas electorales para optar a la presidencia de la República. Claudio Fermín, presidente del partido Soluciones para Venezuela, asegura que, de resultar electo, el suyo sería un gobierno de integración política
Veterano de la boleta electoral, Claudio Fermín nació el 25 de marzo de 1950 en Barinas. Graduado en la Universidad Católica Andrés Bello, inició su carrera política con el partido Acción Democrática (AD), de hecho ocupó el cargo de viceministro de la Juventud durante el gobierno de Jaime Lusinchi.
Este sociólogo y profesor universitario de 74 años buscó la presidencia por primera vez en 1993, de la mano de AD. Con 23% de los votos, perdió ante Rafael Caldera. Anteriormente, había sido alcalde del municipio Libertador (Distrito Capital).
En 1998, se postuló como candidato independiente apoyado por la plataforma Renovación. Sin embargo, terminó retirándose de la contienda para luego lanzarse como candidato civil en el año 2000 contra las figuras militares de Hugo Chávez y Francisco Arias Cárdenas.
Su tercera postulación vino casi dos décadas después, en las cuestionadas elecciones presidenciales de 2018. Posteriormente, se retiró de esa carrera electoral para apoyar la candidatura de Henri Falcón.
En 2024, se lanza por cuarta vez como candidato presidencial, abanderado por el partido Soluciones para Venezuela, el cual lidera. Fermín se presenta como una tercera vía para «promover la integración y reconstruir el tejido cívico de los venezolanos», como señala su página web.
En contra del extremismo y la rivalidad
Con su candidatura, este barinés busca «representar la búsqueda de soluciones a las necesidades y los problemas del país por encima de las rivalidades entre los referentes políticos», como expresó en entrevista para TalCual.
Por ello, una de las soluciones que propone para Venezuela es la integración política en la que diversos sectores, como representantes de Fedecámaras, asociaciones de productores, los sindicatos y los partidos políticos «formen parte de la toma de decisiones nacionales».
Asegura también estar en contra de «la confrontación extrema» y «la rivalidad enfermiza» que deja de lado «las necesidades primarias de la sociedad». Esta confrontación, agrega, ha generado tanta desconfianza en el país «como lo genera la inseguridad jurídica, las expropiaciones y la corrupción».
