La intuición y la corazonada, son «mensajes» de Dios. Nada que ver con la lógica que nos presenta el mundo. Es estar atentos a escuchar la voz de la conciencia.
Una intuición es una notificación del altísimo sobre lo que nos depara el futuro inmediato, y lo que significaría que lo valoremos para el mediano y largo plazo.
Lo pudiéramos considerar también como un presagio, algo que está por venir, como advertencia o mensaje divino.
Aun cuando la Biblia no dispone la intuición como una capacidad sobrenatural, sí reconoce esa guía interna y ese discernimiento espiritual, pudiendo inferir que los seres humanos tenemos la capacidad de percibir algunas situaciones, lo que coloquialmente se llama «corazonadas».
Sin duda, avisos puntuales de nuestro Creador, lejos de cualquier razonamiento explícito e impulsada por la conexión con su espíritu y, en algunos casos, con la confianza en su protección, independiente de si somos o no creyentes, aunque en este caso no se intérprete como que viene de Dios, sino simplemente una casualidad.
Estos susurros, llamados o advertencias de nuestro Creador, sin dudas, nos lleva a diferentes direcciones, con el día a día, con un fin o bien una inspiración creativa, entre otras, hacia el arte, la música, etc.
De allí que «los destellos de inteligencia» no son más que una luz de esperanza, sin desvarío y en el camino correcto. Hasta otra Travesía…
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