El Tribunal Supremo de Estados Unidos se pronunció este 19 de abril en respuesta a una apelación de emergencia de un grupo de defensa de las libertades civiles, que demandó a la administración del presidente Donald Trump por las deportaciones previstas de venezolanos, recluidos en un centro de detención en el norte de Texas.
Este sábado, la corte ordenó al Gobierno que «no sacar de Estados Unidos a ningún migrante detenido hasta nueva orden de este tribunal».
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La decisión se produjo horas después de que un tribunal federal de apelaciones también impidiera al Gobierno de Donald Trump seguir adelante con la eliminación de la protección legal temporal, conocida como TPS, de unos 350.000 migrantes venezolanos que quedarían en riesgo de deportación inminente..
Fuentes estadounidenses explicaron que la corte «no concede o deniega la solicitud presentada por los abogados de los detenidos, sino que pausa su deportación hasta que se pronuncie un tribunal inferior, que en este caso es el tribunal de apelaciones del Quinto Circuito, que tiene jurisprudencia sobre varios estados del sur de EE UU».
Es necesario recordar que el presidente Donald Trump invocó la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798, y acusó a la banda venezolana «Tren de Aragua» de perpetrar, intentar y amenazar con una invasión o incursión predatoria en territorio estadounidense.
De acuerdo a la ley, el Presidente tiene el poder «de ordenar la detención y deportación de nativos o ciudadanos de naciones enemigas sin los procesos habituales». Anteriormente esta ley solo se había utilizado tres veces, todas durante una guerra.
De los 261 venezolanos deportados hasta el 8 de este mes al Cecot en El Salvador, 137 fueron expulsados en virtud de la Ley de Enemigos Extranjeros, dijo un alto funcionario de la administración de Donald Trump. Un tribunal de primera instancia bloqueó temporalmente estas expulsiones el pasado 15 de marzo.
