La población de Aroa sigue llena de angustia y, con el pasar de los días, aumenta la tristeza porque todavía no hay rastros de Yeiber Antonio Faneite Fraila, niño de 3 años que desapareció el 23 de marzo del presente año de la comunidad Victoria de Bolívar, en donde vivía junto a su madre y hermanos.
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A diario hay cristianos evangélicos que se suman en cadenas de oración para pedir a Dios para que aparezca el menor. También muchos civiles se han unido a comisiones de los cuerpos de socorro y policial para colaborar en la búsqueda del infante.
Hoy se cumplen 17 días de la desaparición de Yeiber, niño que, según lo que contó la madre, estaba en el patio de la casa en donde viven jugando con sus hermanos cuando dejó de verlo.
Lo poco que se ha podido conocer por versión policial es que cada vez son más contradictorias las versiones que se obtienen del hecho, lo que pudiera dirigir a los funcionarios de la policía científica a una posible ubicación del niño.
Al parecer, los detectives han podido entrevistar al padre del infante, quien está preso en la comandancia por otra situación, también a vecinos de esta familia y a los mismos hermanitos del pequeño.
Mientras esto ocurre, la madre del menor continúa presa en el CICPC delegación municipal San Felipe y sus seis hijos restantes, todos menores, a la orden del estado porque, presuntamente, estaban en condición vulnerable.
La desaparición de Yeiber ha sido todo un misterio, al punto que no hay pista de este y todo ha sido complicado para que funcionarios puedan ubicarlo o saber lo que realmente le sucedió el domingo 23 de marzo.
Se desconoce lo que sus hermanos han dicho sobre él en las entrevistas, pues no hay información oficial de este caso.
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