A medida que los conflictos entre el ELN y las disidencias de las FARC se intensifican en el Catatumbo, catorce supuestos disidentes se entregaron al Ejército Nacional en las localidades de El Tarra y Tibú, en Norte de Santander, reseña El Universal.
De acuerdo con el informe del Ejército Nacional, catorce individuos que formaban parte del Frente 33 ‘Mariscal Antonio José de Sucre’ han presentado su voluntariado ante las fuerzas que se encontraban desplegadas en dichos municipios.
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«Las entregas voluntarias se han realizado en los municipios de El Tarra y Tibú, estas personas buscaron resguardo y protección en una unidad militar, al entregarse tenían en su poder abundante material de guerra, intendencia y comunicaciones”, confirmó el Ejército Nacional.
De igual manera, fue desvinculado de las disidencias de las Farc un menor de edad, quien quedó a disposición de las autoridades competentes para el restablecimiento de sus derechos. Entretanto, el material entregado por los disidentes a las tropas del Ejército Nacional quedó en manos de las autoridades.
“El Ejército Nacional continúa desarrollando operaciones militares que permitan garantizar el control territorial en la región del Catatumbo, asimismo, invita a los integrantes de estos grupos armados a retornar por el camino de la legalidad”, remarcó la Institución.
Los protagonistas de la confrontación en esa zona del país son la estructura 33 de las disidencias de las extintas Farc y el ELN, al parecer, en respuesta a la masacre de Miguel Ángel López, el único funerario de Tibú y su familia, según hipótesis de las autoridades.
Según un reporte militar, la hipótesis es creíble, pues López nunca se fijó en los colores de la política de los muertos ni a lo que se dedicaban para darles sepultura. Aparentemente, haber recogido los cuerpos de presuntos disidentes fue lo que desató las amenazas del ELN, que posteriormente lo habría asesinado.
Ante la situación desatada en el Catatumbo, el presidente, Gustavo Petro, ordenó el lunes 20 de enero la declaración de un estado de conmoción interior y de emergencia económica.
Las confrontaciones han provocado la muerte de más de 80 personas y generado una grave crisis humanitaria en la zona. Según la Defensoría el número de desplazados en el Catatumbo podría superar los 14.000.
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