El presidente Nicolás Maduro sostuvo este miércoles 17 de diciembre una conversación telefónica con el secretario general de Naciones Unidas Antonio Guterres, por las «amenazas» del presidente Donald Trump sobre la industria petrolera venezolana. El funcionario de la ONU destacó en la llamada la necesidad de evitar escalar el conflicto con Estados Unidos.
En un comunicado difundido por la Cancillería venezolana en Telegram, se indicó que durante la llamada Maduro calificó de «inaceptable y expresiones de abierto carácter colonial» la orden emitida por Trump para bloquear los buques petroleros sancionados que entran y salen de Venezuela.
El anuncio de Trump, hecho en la red Truth Social, estuvo acompañado de amenazas de un mayor despliegue militar estadounidense en el Caribe. Aseguró que la presión se mantendrá «hasta que devuelvan a Estados Unidos todo el petróleo, las tierras y otros activos que nos robaron previamente».
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Maduro pidió en la llamada que dichas declaraciones «deben ser rechazadas categóricamente por el sistema de Naciones Unidas, por constituir una amenaza directa a la soberanía, al derecho internacional y a la paz».
Por su parte, el secretario general de la ONU expuso su compromiso con el derecho internacional y los principios de la Carta de Naciones Unidas. «Expresó su solidaridad con el pueblo venezolano y destacó la necesidad de evitar cualquier escalada o confrontación, señalando que un conflicto armado en la región carece de justificación y sería estéril, con consecuencias graves para la estabilidad regional y la zona de paz de América Latina y el Caribe», aseguran en el comunicado.
Asimismo, se indicó que dará seguimiento a la situación que, según el comunicado, será abordada en el Consejo de Seguridad de la ONU, del que Estados Unidos hace parte y tiene poder de veto.
La administración de Maduro ha rechazado a través de distintos pronunciamientos de los poderes públicos el «asedio político, diplomático y económico» que, han afirmado, se cometen contra el país, así como los «actos de piratería moderna» tras la incautación por parte de EE UU de un buque que navegaba bajo una presunta falsa bandera de Guyana.




