*Negociación: La entrega de la infante retenida por el Gobierno de Estados Unidos, en una situación que involucró justicia migratoria y penal, pero que ponía en entredicho semejante realidad, certifica lo que muchos han sostenido, y es que el Gobierno de Estados Unidos mantiene relaciones directas con el Gobierno de Venezuela. Esto no es una idea ni una tesis. El propio presidente Maduro le agradeció los oficios al embajador especial del Gobierno de Trump para Venezuela Richard Grenell para el retorno del infante, así que me resulta disonante ese discurso de épica de rescate de la bebé, como destemplado me resulta lo del rescate de quienes estaban en la Embajada de Argentina. Lo correcto, lo normal, es que haya comunicaciones directas entre gobiernos, en el marco del respeto, y que sea la vía diplomática la única forma de resolver conflictos.
*Radicalismos: Hablando de diplomacia, los ataques que reciben los participantes de la antigua MUD en la contienda electoral son de antología. Por ello, es que parece una jugada simple el que la elección del 25 de mayo se encuentre polarizada entre el PSUV y la Alianza Democrática, también a entender de los contactos y actos que, aunque no certifican nada, son un termómetro simple a la hora de comenzar cualquier análisis. Por cierto, se percibe que en el PSUV hay uno que otro alcalde poco comprometido con la campaña regional, como algunos se están esforzando notablemente, como si fuesen el candidato. En ese mismo contexto, algunas publicaciones en redes sociales dan un poco de vergüenza ajena por la escasez de estilo, de estrategia y porque suscriben a la perfección el concepto del “bate quebrao”. Lo cierto es que estamos a una semana del evento y esto parece la temporada de invierno.
*Los puentes económicos: La gente necesita respuestas ante lo que ocurre con la economía, hoy unos precios en alza que destrozan toda esperanza de una vida apenas cubriendo lo mínimo. No entiendo cómo el Gobierno nacional prioriza el discurso político ante la inmensidad del caos económico. Menos entiendo declaraciones que son ambivalentes, como decir que hay un crecimiento de tanto del PIB si desde el 2014 ha venido disminuyendo dramáticamente, hasta llegar en 2022 a una reducción de más del 70 %. Eso quiere decir que unos puntos más no generan bienestar alguno. No obstante, pareciera que el Gobierno de Maduro se niega a pensar en la transparencia de las correcciones como forma de lograr objetivos políticos, y eso quiere decir que debe aplicar tal vez unas medicinas amargas por un tiempo, hasta lograr la superación de este surrealismo.
*El manto: Hay un tema intensamente polémico que debemos tocar a propósito del terrible asesinato de una joven tiktoker, en pleno live, sí, en vivo y directo, en Jalisco, México, para lo cual les invito a buscar la información. Sin establecer juicio de valor al respecto, me refiero a esa manipulación abierta de la cosificación de la mujer, esta vez bajo el nombre de “empoderamiento”, cuando sabemos que, en la gran mayoría de los casos, se trata de un disfraz para no hablar del “oficio más antiguo del mundo”, como popularmente se le conoce a la prostitución. Dicho término está en desuso, pero las redes sociales promueven a jóvenes mujeres, muy jóvenes, con teléfonos de alta gama, vehículos de lujo, negocios y hasta marcas de ropa, como exitosas, ¿de qué y cómo? Algunos emprendimientos vienen, sí, de un enorme esfuerzo del trabajo y acierto firme. Sin embargo, en la gran mayoría de casos, nos encontramos con “patrocinadores” que financian hasta la estética de la empoderada, porque hasta para ello hay un estereotipo. A las cosas hay que llamarlas por su nombre, y, sin pretender ser moralistas, no se puede seguir enarbolando un supuesto éxito femenino si el mismo está basado solo en la ruptura de los medios éticos para conseguirlo. Entiendo que cada quien, con su vida, pero ¿nadie ve las consecuencias cuando se trata de jóvenes que se mezclan con patrocinadores que son, a su vez, jefes delictivos? Ya haremos un análisis.
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