
La frase muy popular «Ser doctor no solo es serlo, sino parecerlo», significa que además de tener ese anhelado título doctoral, también es importante proyectar una imagen de profesionalismo, confianza, competencia y algo vital, una productividad académica de vanguardia.
Esa frase, sugiere que, además de tener los conocimientos y habilidades, es fraguar responsabilidad para que los demás confíen en ti y te perciban competente.
Lo que se quiere, es resaltar la importancia de la percepción y la imagen en las distintas áreas del saber. No basta, entonces, con tener conocimientos y habilidades profesionales, también es fundamental proyectar confianza y empatía para que las personas y colegas confíen en ti, siendo fundamental, además, sumar cuantos artículos has publicado, cuantos capítulos de libros o libros has escrito, número de tesis tutoradas en pregrado y postgrado, cuantas conferencias has hecho en el ámbito regional, nacional e internacional, si perteneces a instituciones universitarias de prestigio, si eres miembro de academias y cuantas investigaciones has realizado entre otras, esto contribuye a convertirse en un doctor en todo el sentido de la palabra.
Además de esta caracterización, estimados lectores, podemos incluir otros aspectos como la forma en que te vistes, tu lenguaje corporal, la manera en que te comunicas, y la actitud que muestras en tu entorno social, familiar, laboral y profesional.
La apariencia y el comportamiento ayudan a generar una sensación de competencia, seguridad y profesionalismo, lo cual es crucial en un campo donde la confianza puede influir en los resultados del trabajo. Sin embargo, es importante que la imagen sea auténtica y respaldada por conocimientos y ética, para que esa percepción coexista positiva y genuinamente.
Para proyectar esta imagen doctoral, podemos agregar que la puntualidad demostrando responsabilidad y respeto por el tiempo, comunicarse con claridad, hablar de manera segura y concisa, escuchar activamente y evitar malentendidos, mantener una actitud positiva y profesional, ser respetuoso, amable e interesado en tus labores y en los demás, organizando los espacio y tareas, en un ambiente ordenado y planificando, te ayuda definitivamente a ser más eficiente y confiable.
Por ello, actualizarse, sacrificarse y mantenerse informado sobre las tendencias y conocimientos actuales, muestra el compromiso y competencia. En otras palabras, la formación auténtica, implica ese proceso de aprendizaje y dedicación que va más allá de la apariencia, asegurando que la persona que tiene este alto grado académico, realmente esté preparada para un real servicio.
Es una opinión valiosa para quienes son verdaderos doctores en la postmodernidad de la ciencia. Enhorabuena.
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