
El secretario general de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA-TCP), Jorge Arreaza afirmó que «la élite dominante en Washington no aprende de su propia historia» y repite los mismos errores del pasado al vulnerar los derechos de los migrantes venezolanos, invocando la Ley del Enemigo Extranjero de 1789.
De acuerdo a una publicación en su red social Instagram, Arreaza hizo referencia a una moneda acuñada en EE UU para recordar la «nefasta aplicación de las leyes de Extranjería, Sedición y Enemigos Extranjeros a finales del siglo XVIII, que conllevó a un escándalo en Estados Unidos por la violación de los derechos civiles de los migrantes, la cruel y discrecional arbitrariedad con la que fueron aplicadas».
Agregó que «la frase grabada en la propia moneda» hace un resumen de los graves efectos de estas normativas, destacando que fueron «aplicadas en gran medida con fines políticos, las Leyes de Extranjería y Sedición amenazaron los derechos individuales, causaron indignación pública y llevaron a la elección de Jefferson en 1800».
Seguidamente, el Secretario general de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA-TCP) reveló que estas leyes provocaron serias polémicas e indignación de la población y eso provocó «en la derrota electoral de Jhon Adams (su impulsor) y en qué la propia elite nombrará a Thomas Jefferson como Presidente».
En este sentido, argumentó que el secuestro de connacionales en El Salvador, bajo la anuencia de leyes de 1798, evidencia que «desde su nacimiento como nación libre, los gobernantes de Estados Unidos han padecido y demostrado el mismo supremacismo racista y las mismas conductas de corte fascista. Hoy cuentan además, con presidentes de algunos países que actúan como sus perritos falderos para participar en la imposición de semejantes y perversas leyes».
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Finalmente, aseveró que «si la élite estadounidense no aprende de su propia historia, seguros estamos que su pueblo sí lo hará; y más aún, tengan la certeza absoluta que el pueblo de Venezuela y su Gobierno libre, harán respetar los derechos de sus nacionales y, como hace 200 años, sabrán repeler, una y mil veces, las ambiciones y agresiones del imperio de supremacista y soberbio de turno»