Cardenales de Lara venía de perder la final de la LVBP contra Tiburones de La Guaira -y cuatro de sus últimas seis finales en el torneo criollo- y esta campaña se enfrentó a las estadísticas, logró vencer en seis partidos a Bravos de Margarita para conseguir su séptimo título, y una de las bases para ese triunfo fue su poder ofensivo, el mismo que necesitará para afrontar la Serie del Caribe que comienza este sábado en México.
Los bates de Lara no respondieron en los dos primeros compromisos de la final -precisamente los dos partidos que perdieron, pero la historia cambió cuando la serie se fue a Margarita.
Los dirigidos por Henry Blanco batearon nueve vuelacercas y promediaron .329 de average general, .395 de porcentaje de embasado, .507 de slugging y .907 de OPS. La artillería larense tuvo 44 carreras, 70 hits y 108 bases alcanzadas en los cuatro partidos que ganó, cifras que tendrá que mantener durante el torneo caribeño si quiere mantener la esperanza de ganar ese título por primera vez.
Cardenales se mostró como el equipo más completo en esta campaña, desde la ronda regular y se espera que mantenga su rango ofensivo para la Serie del Caribe, a la que hasta ahora se ha sumado el toletero José Rondón, que está dispuesto a seguir defendiendo a Cardenales en tierras mexicanas, además de la confirmación de los jugadores larenses Edwin Escobar, Jecksson Flores, Arnaldo Hernández, Gorkys Hernández, Brian McKenna, Hernán Pérez, Rangel Ravelo, Jesús Valles, Danry Vásquez y el MVP de la gran final Ildemaro Vargas.
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Precisamente, el capitán de la escuadra larense fue líder dentro y fuera del terreno, en los seis juegos terminó a la cabeza de varios renglones ofensivos como average (.556), hits (15), carreras anotadas (8), jonrones (2), bases alcanzadas (22), porcentaje de embasado (.600) y slugging (815).
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