Lelibeth Liscano, secretaria regional general del partido Avanzada Progresista en el estado Yaracuy, señaló que el Día del Maestro pasó de convertirse en una fecha de celebración a una de protesta ante los bajos salarios.
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“Nuevamente, levantamos nuestra voz para exigir al Gobierno un salario que por la vía contractual nos permita tener calidad de vida y seguridad social.
Sueldos miserables y de hambre es lo que devenga el magisterio”, lamentó la dirigente política.
Dijo que es justo y necesario un aumento salarial digno para los maestros. “Tenemos más de 1000 días sin percibir el incremento”, señaló la también docente yaracuyana, quien agregó que el Gobierno debe reivindicar al educador.
Para Liscano, la política de bonificación no es la solución a la crisis contractual del magisterio. “Los bonos han pulverizado el salario, la solución debe partir de la asignación de sueldos justos acordes a nuestros niveles académicos, antigüedad y demás factores incidentes que contractualmente se han logrado a través de los diferentes contratos colectivos y que hoy han sido vulnerados por el Gobierno”.
Sostuvo que si algo se debe celebrar “es la gran vocación y ética de los educadores para mantenerse de pie en las aulas de clases pese a toda esta crítica situación”.
