Yarisol Figueira, dirigente y abogado, aseguró que la política de Estado «no puede estar encaminada a la confrontación, cierre progresivo del espacio cívico a través de la represión, prohibición a las protestas pacíficas, la criminalización de todo lo que represente el ejercicio de los derechos civiles, políticos y sociales, estableciendo como barreras que todo aquel que piense diferente es enemigo».
Señaló que su posición es el respeto para todos los ciudadanos, la democracia y las instituciones, «por eso exijo derechos y garantías. Basta de las persecuciones, despidos injustificados en los diferentes organismos, detenciones arbitrarias, apertura de procedimientos judiciales sin causales«, afirmó.
Considera que no es posible que aquellos ciudadanos que pertenezcan a una organización política sean motivo de discriminación, «ya que tenemos derecho a formar o unirnos libremente y ser parte de organizaciones sociales, culturales, políticas, deportivas y gremiales, para actuar, expresar, promover, ejercer o defender de manera colectiva fines comunes, y en un estado libre y democrático esto es lo más normal, sin embargo, se encuentra severamente restringido».
Afirmó que la búsqueda de la paz no significa que se pretenda que todos pensemos igual, asegura que no existe país alguno donde sus ciudadanos tengan unanimidad de pensamiento, incluso el derecho de disentir es sano para la democracia, toda vez que estamos obligados a ser ciudadanos pensantes, críticos, sin miedo a alzar nuestras voces, con cordura y discreción, para denunciar las injusticias sociales y las políticas que se desvían del bien común.
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