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sábado, noviembre 23, 2024
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Trago Amargo: Aceptación /1

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Muy bien lo dijo el insigne psicólogo Carl Jung: “Lo que niegas, te somete. Lo que aceptas, te transforma”; nadie podría decirlo de forma más precisa. Lo anterior, propone un contexto de reflexión para este artículo, en el cual subrayo la postura que siempre he tenido frente a las diferencias políticas: Todas las creencias y las ideas, al debate, pero jamás refrendar la violencia, y, tengamos como esencial principio de aceptación, que la violencia no es solo el vandalismo, la confrontación física, sino también el lenguaje del terror, la represión y la amenaza constante. Incluso, una terrible forma de violencia es etiquetar de terrorismo a la más simple demanda ciudadana de transparencia, en un proceso electoral cuestionable, sino que ha expuesto heridas, divisiones y barbarie que son inaceptables.

Frente a toda esta locura de violencia, descontrol, e incertidumbre, un amigo me escribió para que viese un video posteado por el gobernador de Carabobo, Rafael Lacava, este pasado viernes en la noche. Siempre he considerado, -y creo que muchos-, al gobernador Lacava como todo un personaje, que exhibe una compleja peculiaridad, poco presente en los políticos: la cercanía de su lenguaje, su elocuencia, la capacidad de transmitir, en resumen, es una persona que es percibida por los demás como genuina, más allá de compartir o no sus convicciones políticas.

No voy a caer en la estéril diatriba de que, si hubo o no fraude, que, si ganó este o aquel, porque escapa de mi accionar, y es innegable la opacidad de un supuesto triunfo que solo se basa en lo retórico, en la repetición verbal, y no en lo comprobable ni lo objetivo. Lo que sí creo que muchos han olvidado, más allá del derecho a exigir claridad sobre el 28J, es que Maduro es presidente, al menos, hasta enero de 2025, y es que, aun expresándose ganador y con las omisiones del CNE, su acción ante el TSJ es casi imposible de comprender hasta para los juristas. El video de Lacava evidenciaba un detalle que no he escuchado a nadie del PSUV: ¿No hay nada que aceptar ni revisar a lo interno?, ¿sus banderas siguen vigentes? Entiendo el principio de la cohesión hacia afuera, pero puertas adentro, ¿todo bien en casa, señores?

El 28J no se evaluó a Lacava, ni a los gobernadores del PSUV, ni a los alcaldes. Quienes hemos hecho vida en Carabobo, no podemos negar que Lacava tiene una gestión positiva. En Yaracuy, también hay alcaldes que desde muy temprano, andan trabajando, resolviendo. Y viene la pregunta, ¿cómo estos alcaldes con buenas gestiones, perdieron reciamente en sus municipios? No era esta su contienda, y todo el castigo electoral por tan terrible gestión nacional fue expresado en votos, así de simple. Así, ese salvajismo con el cual algunos fanáticos opositores arremetieron contra dirigentes y proselitistas del PSUV, -por todas las formas posibles-, es un acto repudiable, bochornoso y hondamente triste. Los gobernadores y alcaldes seguirán ocupando sus cargos respectivos, hasta que corresponda, pero ¿también olvidaron estos bárbaros que se trataba de vecinos, amigos, personas con las cuales compartimos espacios, todo tipo de intereses, y cotidianidad? Increíble que muchos quieran en redes sociales justificarlo y hasta aplaudirlo.

Es difícil creer en la paz y cambio que ayer juraba un presidente que ofrece dos nuevas cárceles, y, menos se puede creer en la paz que ofrecían otros que, apenas vieron un número a su favor, en un arrebato de locura, corrieron a tomar por el cuello a una activista del PSUV.

La dirigencia opositora, con todo el derecho a exigir pacíficamente la transparencia del proceso, también debe revisar sus formas y lo amenazador de algunos criterios, si pretende hablar de reconstrucción. Comencemos por aceptar que, de ambos bandos, no parece hoy creíble la mínima disposición a la paz.

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