“Actualmente, la agricultura venezolana se sostiene casi exclusivamente con capital propio de los productores. Ante la drástica reducción del financiamiento bancario —prácticamente nulo para la mayoría de los rubros—, se estima que el sector requiere una inyección de US$ 1.500 millones anuales para su recuperación operativa”.
Así lo afirmó este lunes 22 de diciembre Osman Quero, presidente de la Confederación de Asociaciones de Productores Agropecuarios de Venezuela (Fedeagro), quien advierte que la cartera agrícola nacional es insuficiente para las necesidades reales del campo.
Quero advierte que la cartera agrícola nacional es insuficiente para las necesidades reales del campo. El caso del maíz es ilustrativo: en costos de insumos solo en semillas, fertilizantes y agroquímicos, el productor invierte cerca de US$ 900 por hectárea; en costos operativos las labores mecanizadas, combustible y nómina suman otros US$ 500, «la inversión total de sembrar una hectárea de maíz en Venezuela cuesta aproximadamente US$ 1.400».
Leer también: AN aprobó proyecto de ley para la libre navegación y comercio en el mar Caribe
“Aunque todavía tenemos tierras disponibles y potencial de crecimiento, el capital privado es insuficiente para seguir aumentando las áreas de siembra”, señaló Quero. Esta falta de recursos actúa como un “techo” que impide alcanzar el autoabastecimiento en rubros estratégicos como maíz, arroz y caña de azúcar.
Alternativas bursátiles
Sobre otras fuentes de recursos, como la Bolsa de Productos e Insumos Agropecuarios de Venezuela (Bolpriaven), el líder gremial reconoció su valor, pero señaló sus limitaciones. “El mercado bursátil exige garantías y primas de seguros que no todos los agricultores pueden costear. Aunque es una alternativa que seguimos explorando y esperamos se masifique, no sustituye la eficiencia del crédito bancario tradicional”, explicó.
Quero concluyó que, si bien el objetivo es el autoabastecimiento, este no será posible sin reactivar los mecanismos de financiamiento que permitan aprovechar el potencial de las tierras venezolanas.
