Es un hecho la captura del sospechoso del asesinato del exteniente venezolano Ronald Ojeda en Chile. Ante ello, el fiscal general de la República Tareck William Saab asegura que el caso del asesinato del exteniente Ronald Ojeda tiene matices políticos.
En un comunicado a través de cuenta de X, Saab declaró que “el uso delictivo del lamentable asesinato de Ojeda para desarrollar un entramado de acciones malintencionadas, cuyo principal objetivo particularmente en este año electoral fue, (sin lograrlo), mal poner a Venezuela en el ámbito internacional”, dijo.
Al mismo tiempo, destacó que el sospechoso o presunto homicida de Ojeda se trata de Maickel Villegas, quien no se encontraba en Venezuela y “la muestra fehaciente de ello es el hecho de haber sido este sujeto aprehendido en Costa Rica”.
Informó que la captura se logró el pasado 12 de julio en Costa Rica. Contra Villegas pesaba orden de aprehensión y alerta Roja por el mencionado caso.
Sin embargo, a juicio de Saab, el alto mando chileno no logra explicar cómo el exteniente Ronald Ojeda, contando con la condición de asilado político en su país: “podía entrar y salir del mismo para ejecutar acciones conspirativas con destino a Venezuela y otros países.”, asegura.
De acuerdo a lo citado en el comunicado del MP, Maickel Villegas contaba con un permiso de trabajo en Chile que luego de haber cometido el crimen y a pesar de él orden de aprehensión fue extendido por considerarlo “habilitado para ser contratado y desempeñar actividades remuneradas”.
A juicio del fiscal, por estos hechos los familiares del exteniente se trasladaran a otro país (Argentina) solicitando protección.
Este caso, asegura Saab, corresponde a una “guerra híbrida impuesta contra Venezuela desde hace 25 años. Y al mismo tiempo, prosiguió, por esta vía las autoridades chilenas aplican una falsa coartada para eludir su exclusiva responsabilidad en ese vil crimen, cuya investigación ha tenido una pésima calidad procesal.
El ex militar venezolano Ronald Ojeda, cuyo cuerpo fue encontrado el pasado 1 de marzo en una maleta y enterrado en cemento en la comuna santiaguina de Maipú, fue secuestrado y asesinado en Chile y la investigación de su caso ha generado mucha polémica dentro y fuera de Venezuela.