
A William Medina, salsero de alto quilate
Este tema, que he visto en su justa dimensión rítmico – melódica, siempre apuntó hacía los senderos de la salsa de afinque, con la particularidad que Rafael Ithier, pianista, arreglista y director musical del Gran Combo de Puerto Rico, con un sonido fresco al estilo del merengue dominicano, la guaracha y el son cubano revitalizaron los nexos musicales de las islas caribeñas.
Ithier después de experimentar con el merengue, la guaracha, la bomba, la plena, y el boogaloo, se decide por las viejas composiciones cubanas y sobre todo por los boleros de Arsenio Rodríguez.
En la década del 80, se deciden los integrantes del Gran Combo en grabar el montuno “Hojas Blancas”, que se convertiría en la base de la salsa en cuanto a las figuraciones del bajo, más la voz de Andy Montañez en su máximo punto con potencia, afinación y calidad melódica para que el tema se destaque como uno de los mejores grabados por Montañez.
Esta canción se quedó tatuada en el alma del pueblo caribeño, y cuya vigencia en el tiempo es, al parecer, imbatible, recoge el sentimiento vivo y creador que bulle y palpita el corazón de la música popular afrojíbara antillana y caribeña.
Los arreglos hechos por Ithier expanden el tema por medio de una secuencia y solos entre el coro y la guía con un efectivo toque de piano que nos hacen recordar los días en que Rubén “Cascarita” González tocaba el piano con Arsenio en la década del 40.
Las “Hojas Blancas” están signadas por la vejez, y a un tiempo que se fragmentó en los umbrales que se desplazan entre la vida y la muerte, entre la luz y la sombra. Es una visión de oscuridades y de auroras como ráfagas de vientos azotadas cuando el sol en silencio muere en la tarde, y el ocaso nos conduce a un ciclo de decadencia física. Pero también, de un presente sobre cuyas urgencias, muertes y pretéritos reclaman su tributo.
Hojas Blancas
Están cayendo
Hojas Blancas en mi cabellera
por lo años que han ido pasando
la experiencia sigue madurando.
Están cayendo
Hojas Blancas en mí cabellera
y mi cuerpo se sigue agotando
cada día más y más.
Ha llegado el momento
de sentirme contento
por todo el bien que he hecho
y también el momento del arrepentimiento
por los errores que he cometido
Ya están cayendo
Hojas Blancas en mí cabellera
y mi cuerpo se sigue agotando
cada día más y más
(Montuno)
Las Hojas Blancas siguen cayendo…
El Gran Combo fue la mejor orquesta de salsa fuera del ámbito neoyorquino, la única que gozaba de sobrada popularidad en uno y otro extremo de la comunidad boricua.
El Gran Combo representó para la salsa una variante necesaria, mientras las orquestas de Nueva York iban progresivamente cediendo ante la falta de originalidad y excesiva rigidez la agrupación de Puerto Rico significó la salida fresca y espontánea.
Es cierto que su música en lo que a calidad y ambición en los arreglos se refiere, nunca estuvo a la altura de lo propuesto y logrado por los neoyorquinos, pero también es cierto, que en ellos el sabor y el sabrosón jaleo tumbao caribeño jamás estuvieron ausentes, falla que si acusó con no poca presencia la salsa producida en el norte.
Para el público de Nueva York la presencia de una orquesta espectáculo que llevara la música un poco más allá de su simple ejecución, fue un atractivo necesariamente seductor. Nueva York tenía la innovación y la vanguardia musical, es indiscutible; pero la frescura y la noción caribeña de la música – elemento este tanto o más importante que el otro – seguía estando en Puerto Rico, y el Gran Combo, con Rafael Ithier a la cabeza, supo sacarle el mejor provecho posible a esta circunstancia. Y temas como “Hojas Blancas”, demuestran este Caribe hispánico, barroco, novelero e impresionable.
Hoy encontramos orquestas de salsa haciendo unas tragedias musicales en ritmo, melodía y composición. Desplazaron la tensión sónica, el poder rítmico y la fuerza de los arreglos para dedicarse a componer unas letras mediocres de poco contenido lirico y poético. Se perdió la esencia del montuno grueso, la rabia de los trombones que tanto prestigio y reconocimiento le dieron al movimiento salsero.
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