La mañana de este domingo 23 de febrero, el Papa Francisco ha vuelto a utilizar nasales de oxígeno de alto flujo. Se están realizando más exámenes clínicos. Se esperan los resultados en el boletín de esta tarde, publica aciprensa.
La Oficina de Prensa de la Santa Sede había indicado en su cuenta de Telegram que para Francisco «la noche del sábado 22 de febrero transcurrió tranquila, el Papa descansó«.
Este sábado 22 de febrero por la tarde, divulgaba el boletín médico sobre las condiciones de salud del Santo Padre: «El estado del Santo Padre sigue siendo crítico, por lo que, como se explicó este 22 de febrero, el Papa no está fuera de peligro.
Este domingo, el Papa Francisco ha presentado una crisis respiratoria asmática prolongada, que también ha requerido la aplicación de oxígeno de alto flujo.
El Santo Padre continúa atento y ha pasado el día en un sillón, aunque con más dolor que sábado 22 de febrero. Por el momento, el diagnóstico es reservado«.
El Papa Francisco, que lleva diez días ingresado en el Policlínico Gemelli de Roma, quiso compartir con los fieles un mensaje de esperanza sobre su recuperación durante el Ángelus de este domingo 23 de febrero.
«Sigo con confianza con mi hospitalización en el Gemelli, siguiendo adelante con los tratamientos necesarios», expresó el Santo Padre en un mensaje difundido por la Oficina de Prensa del Vaticano con motivo del rezo mariano, si bien no pudo presidirlo debido a que continúa en una situación médica crítica.
En su mensaje enviado para el rezo mariano, el Papa Francisco subrayó además la importancia del descanso en su proceso de recuperación: «¡También el descanso es parte de la terapia!», afirmó, al tiempo que agradeció al personal médico la atención y el cuidado que recibe.
El Papa Francisco también se refirió al Jubileo de los Diáconos y en, concreto, a la Misa de este domingo 23 de febrero en la Basílica de San Pedro en la que fueron ordenados 23 nuevos diáconos permanentes. En la ceremonia solemne, el pro- Prefecto del Dicasterio para la Nueva Evangelización, Mons. Rino Fisichella, quien la celebró en lugar del Papa, leyó la homilía preparada con anterioridad por él.
A los nuevos diáconos, el Pontífice les dirigió palabras de ánimo: «No tengan miedo de arriesgar por amor. Sean signo de un amor que abarca a todos, transforma el mal en bien y genera un mundo fraterno».
Asimismo, en su mensaje para el Ángelus recordó que este lunes 24 de febrero es el tercer aniversario del inicio de la guerra en Ucrania, calificándolo como una «fecha dolorosa y vergonzosa para la humanidad«.
En su llamado a la paz, también pidió oraciones por las víctimas de los conflictos abiertos en diversas partes del mundo, mencionando en particular Palestina, Israel, Medio Oriente, Myanmar, Kivu y Sudán.
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Por último, el Papa Francisco agradeció los numerosos mensajes de afecto recibidos en estos días, destacando especialmente los dibujos y cartas de niños y concluyó su mensaje confiando a todos a la intercesión de la Virgen María y pidiendo, como suele hacerlo, que recen por él.
«Les pido que recen por mí», encomendó.
Aunque a mediados de la semana mostró una leve mejoría, en las últimas horas su estado de salud ha vuelto a deteriorarse. No obstante, el director de la Oficina de Prensa del Vaticano, Matteo Bruni, informó en un breve comunicado que Francisco pasó su novena noche ingresado de manera «tranquila» y que logró descansar bien.
Por segunda semana consecutiva, el Pontífice no ha presidido la oración del Ángelus este domingo. Es la tercera vez que se ve obligado a cancelar este encuentro con los fieles desde la ventana del Palacio Apostólico, siendo la primera en 2023 tras una cirugía intestinal.
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