Hay gente que aprende a afrontar las dificultades de la vida con fortaleza y valentía. Un fiel ejemplo es Marco Gentile, un yaracuyano de 46 años quien en el 2022 fue diagnosticado con cáncer y desde entonces le ha hecho frente a esta enfermedad con mucho temple y, por encima de todo, con mucha fe.
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“Tener cáncer no es el fin de tu vida, es el comienzo de una etapa donde Dios va a trabajar en muchas vidas, incluyendo la tuya”, dijo Gentile, quien actualmente está radicado en Brasil, ya que allá comenzó a recibir su tratamiento médico.
Hoy es el Día Mundial de la Lucha contra el Cáncer, por ello que le traemos la admirable historia de este yaracuyano, quien a pesar de este difícil diagnóstico ha dado cátedras de fortaleza e inspiración.
“En el 2022 me diagnosticaron cáncer en la garganta, resulta que estaba en la última etapa y no era operable. Por supuesto, hice lo que debía: visité médicos públicos y privados, me realicé cuatro agresivas quimioterapias y, cuando llegó el momento de pasar a las radioterapias, descubrí con gran sorpresa que ese servicio estaba abarrotado en los hospitales, no había cupos, y en el sistema privado superaba los 10 mil dólares. Aun vendiendo mi casa, mi humilde carrito y dejando sin nada a mi esposa e hija… no era posible pagarlo”, contó Gentile.
Dijo que esa noche le entregó su vida a Dios. “Le agradecí por la belleza de su creación, por todas sus enseñanzas y por los buenos y malos momentos que viví. Y me dispuse a morir con la tranquilidad de quien luchó, hasta donde sus fuerzas alcanzaron”.
Pero todo cambió, a la mañana siguiente recibió una llamada desde Brasil, un familiar le contó que muchas iglesias brasileñas seguían su proceso por las redes sociales y las mismas se unieron para ayudarlo a que recibiera atención en un reconocido hospital dedicado exclusivamente al tratamiento de pacientes oncológicos.
Dijo que, claramente, tuvo dudas, allá no conocía a nadie, ni siquiera hablaba el idioma; sin embargo, “decidí escuchar la voz de Jesús que me llamaba a caminar sobre las aguas”.
“Acompañado de mi maravillosa esposa e hija, nos embarcamos en un viaje lleno de milagros y sorprendentes giros, haciendo que, aún hoy, tres años después, yo siga vivito y coleando, rompiendo los pronósticos de la ciencia que me daba por muerto varios años atrás”, dijo el yaracuyano.
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“Dios ha trabajado en mi vida”
Explicó que logró curarse del cáncer de la garganta en el 2023, “pero la metástasis ya estaba presente. Hoy tengo un gran tumor en el mediastino (cerca del corazón), más de 10 masas de gran tamaño en ambos pulmones, y en este tiempo me han practicado casi 20 quimioterapias de alta dosis y 45 sesiones de radioterapia… Y aun así, vivo feliz, alquilado en un lindo hogar, proveo a mi familia, pues tengo un exitoso trabajo (soy Ghostwriter) y participo activamente en la comunidad cristiana brasileña”, contó.
Gentile describe que, durante estos tres años, ha pasado por dolores y consecuencias de los tratamientos, “pero Dios ha trabajado en mi vida, en la de mis familiares, amigos y hasta en la de miles de personas que no conozco y que siguen mi proceso a través de las redes, y puedo testificar que he vivido, he tenido esperanza, impulso y deseos de avanzar”.
Y es que las redes sociales se han convertido para Gentile como una vitrina de inspiración y probablemente como fuente de desahogo desde su diagnóstico. Por allí ha escrito sobre su proceso, todo lo que ha pasado y hasta su día a día.
“Anteriormente, llevaba mis redes como cualquier otro, fotos de mi vida y trabajo, pero a raíz de la enfermedad y los comentarios públicos y privados de la gente, decidí seguir escribiendo mis pasos e ilustrándolos con fotografías para que quien leyera tuviera la seguridad de que vivo lo que predico”, explicó.
Actualmente, Gentile dirige su editorial, va al gimnasio, comparte con su familia y amigos de la iglesia, “todo esto lo mezclo con mis diligencias de salud y tratamientos, la verdad es todo un milagro que no tiene lógica porque mi vida es más agitada y dinámica que la de una persona sana”.
Por último, Gentile envió un mensaje a todos aquellos que están en una situación similar: “si estás enfermo, basta con hacer tu parte de la manera correcta y dejar en las manos de Dios todas tus preocupaciones. ¿Para qué vivir en el futuro? Navega tu vida tranquilo, nadie sabe cuándo se va a morir”.