Joel Vargas Palermo
El equipo de béisbol “Iboa”, de San Pablo, hoy capital del municipio Arístides Bastidas del estado Yaracuy, que había fundado Don Ramón Parra hacia 1929, conjuntamente con Amabilis Vargas, José María Escalona y Arquímedes Flores, desaparece y en su lugar surge una nueva divisa con el nombre de “Yaracuy”, con uniforme azul marino. Eduardo Lizarraga quien había sido presidente de la directiva del “Iboa” durante los años 1936 -1940 encabeza la promoción y fundación de este nuevo equipo en 1940, apoyado por los recordados morochos: Obdulio y Julián López.
El entusiasmo hacia el béisbol dejado por el “Iboa” y el que comenzaba con Lizarraga, era tal, que no se hizo esperar y aparecen nuevos equipos como el Avance, Relámpago en el propio San Pablo y el Impulso de Don Gabriel Escalona en 1944 en calle nueva este.
Igualmente hacia una de nuestras principales comunidades Tartagal, también surge el contagio deportivo en la década del cuarenta, en la persona de nuestro recordado Don Pedro Sánchez, frente a un terreno de su bodega, lo hizo limpiar y acondicionar a sus expensas y módica situación económica. Por ser propiedad de los hermanos Hernández Martínez, habla con ellos y logra la donación del mismo.
Logran conformar y fundar un equipo de beisbol que tuvo por nombre “Royal”, en alusión al famoso cigarrillo que se promocionaba comercialmente para la época. Lo integran: Manuel Augusto Ochoa (mano flaca) P, Virginio Ochoa P, Pedro Eustoquio Martínez P, Fernando Víez C, Luis María Guevara 1B, Aurelio Escalona 1B, José Ramón Garrido 2B, Manuel Camacho 3B, Amador López RF y Reneldo López LF.
Hacia 1950 cambian de nombre y pasan a ser “Los Tigres de Tartagal”, con la llegada e incorporación de Antonio García como manager- jugador de 1B y P, Esteban Paredes LF, además de Alberto Martínez y Sadí Lecuna Baldó, como colaboradores. Los anteriores nombrados eran unos técnicos algodoneros venidos de Guacara del Estado Carabobo.
Este equipo jugó por espacio de 5 años, pero el nombre “Tigres Tartagal” ha permanecido a través de varias generaciones hasta nuestros días, a tal punto que en 1964 lo reorganizan con la misión de participar en el primer campeonato rural de béisbol del Distrito Sucre del estado Yaracuy, instituido y promocionado por el dirigente agrario Juan Pablo Verdú recién llegado a Guama proveniente del estado Miranda y de grata recordación por el impulso y dedicación que le dio al béisbol del Distrito Sucre para la época.
Además de los Tigres de Tartagal, participan en este primer campeonato rural de beisbol: El Dividive, Tibana, Carrizález, los Halcones de Guararute, La Gotera, Sabana Larga de San Pablo, Quigua, La Bartola, Sabana Larga de Bruzual, Veteranos de Guama, Concordia de Guama, Guarabao, Campo Nuevo, 24 de Julio de Palito Blanco, Tacarte de las Flores, Faltriquera, Los leones de Jaime, Las Estrellas de Veróes y Camunare de San Pablo.
Los Tigres de Tartagal logran coronarse campeones, es decir hace 60 años de esta hazaña que posteriormente en las décadas de los setenta y ochenta se reivindican con nuevos triunfos.
Los campeones de este primer rural estuvo integrado por los jugadores: Ángel R. Sánchez 1B y CF, Carlos Garrido oufielder, Cruz Camacho 1B y oufield, Rafael Ochoa 3B y oufielder, Moisés Acosta 3B,Edgard Víez 2B,Pedro Ochoa mánager y jugador como P y SS, Ladislao Ochoa 3B, Tito Ochoa C, Humberto Saturno utility, Antonio López P, William Peralta 1B, Manuel Monsalve utility, Arístides Ochoa P y 1B, Joel Martínez P, Luis Martínez Oufielfer, Dionisio González C. Madrina: Yumaira Monsalve hija de Fernando Víez, excelente jugador de la época de grata recordación, que reforzaba a equipos de Chivacoa, San Pablo y Guama
Fueron escenarios de este primer campeonato rural de béisbol los estadium: Héctor Agustín Vargas de Chivacoa, Elbano Miralles de Guama, Campo de Guarabao de Guama y Campo de Carrizález de San Pablo hoy estadium José Ramón López.
Sea propicia esta reseña para recordar al emblemático y pimientoso jugador Rafael Ramón Ochoa quien a sus 91 años de edad rememora sus hazañas en su querido Tartagal. Con mucho respeto y dada la amistad que me une con toda su familia, le dedico especialmente ésta crónica.