La solidaridad del yaracuyano no conoce de fronteras y muestra de ello es la labor de la familia Hernández, que se ha sumado a la ola de voluntarios para ayudar a las víctimas de las inundaciones en Valencia, España.
Leonel Hernández, sus hijos, hermanos y sobrinos, todos oriundos de San Felipe, Yaracuy, vivieron de cerca este fenómeno natural que ha ocasionado decenas de fallecidos y damnificados, que ha sumergido a una de las principales ciudades del país europeo en barro, destrozo y devastadoras escenas.
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Esta familia, que lleva unos siete años en España, producto de la diáspora venezolana, se sumó a las labores de limpieza de viviendas y negocios que quedaron anegadas y cubiertas de barro. Todos se han unido a la recolección de escombros y recuperación de los espacios que quedaron totalmente afectados por las catastróficas inundaciones.
“También gran cantidad de personas, sobre todo jóvenes de otras comunidades, se han organizado para venir a ayudar y traer suministros de alimentos, agua, desinfectantes, ropa y medicinas, ya que el Gobierno local, provincial y nacional han hecho presencia, pero de forma muy tardía”, contó Hernández.
El yaracuyano describió que el día del fenómeno climatológico Dana (Depresión Aislada en Niveles Altos) produjo una especie de deslave y que todo fue muy impresionante; luego de varias horas de lluvia salió con sus dos hijos, uno de 15 y otro de 26 años, a ver un canal “Barranco del Poyo” que atraviesa la zona donde reside, en Aldaia.
“A los 10 minutos de estar allí, comenzó dicho barranco a crecer de una forma impresionante, y la alarma del celular a sonar marcando la alarma roja de evacuación, junto a mis hijos corrimos hacia el edificio donde vivimos a 300 metros y, al llegar al edificio, ya el agua nos llegaba a las rodillas”, dijo Hernández.
Contó que en ese momento decidieron poner en resguardo el carro de su hijo, y a los 20 minutos el agua ya estaba a la altura de la cintura. “La mayoría de los carros, camiones, containers, motos, bicicletas, muebles de las viviendas y negocios que están en las plantas bajas fueron literalmente arrasados por la furia del agua”, explicó.
“En nuestro caso, y el de mis hermanas y sobrinos, no tuvimos daños materiales, ya que vivimos en el cuarto y quinto piso. “Ese día la pasamos sin electricidad, ni agua, internet, ni telefonía hasta el día de hoy (ayer) que se comienza a medio normalizar, todo menos la electricidad, ya que la están racionando”, afirmó.
Lluvia potente e inusual
Dana es las siglas que se utiliza para la Depresión Aislada en Niveles Altos, un fenómeno meteorológico que suele traer consigo precipitaciones abundantes y fuertes.
Usualmente se genera en el otoño europeo y en la costa mediterránea. Este evento climático, que coloquialmente se le conoce también como ‘gota fría’, consiste en una masa de aire polar frío que se desprende de un cinturón de vientos de una de las capas de la atmósfera y se aísla de ese flujo original, explicaron desde la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) de España.
Entonces, esa masa comienza a flotar a niveles más bajos, generando así lluvias y vientos intensos. Esto empeora en el otoño, cuando las temperaturas del mar todavía son más elevadas, pues el aire cálido y húmedo del mar Mediterráneo choca con la masa de aire y desemboca en tormentas fuertes. Expertos aseguran que ese día en Valencia llovió lo que en promedio puede caer en un año, de allí la devastación causada.
Este desastre natural ha cobrado la vida de más de 200 ciudadanos, incluyendo venezolanos. De igual manera, las autoridades españolas sostienen que existen decenas de desaparecidos desde el día del deslave.