El manejo de los desechos sólidos no es una competencia exclusiva de las autoridades municipales y regionales, pues la ciudadanía tiene también su cuota de responsabilidad.
Para muestra un botón: en ambos márgenes del río Yurubí, justo en la entrada de Higuerón, en el municipio San Felipe, la inconsciencia de los ciudadanos es una constante. Las riberas del principal afluente que cruza la capital yaracuyana se han convertido, desde hace años, es un vertedero de basura improvisado, el cual no solo ocasiona problemas ambientales, sino de salud pública a quienes habitan cerca del río.
La situación también representa un riesgo ante la creación de tapones de sedimentos y caramas que resultan altamente peligrosos cuando vienen crecidas, y más en esta época de lluvias intensas que estamos viviendo este año 2025.
No hay jornada de saneamiento oficial que valga cuando comerciantes y ciudadanos deciden deshacerse de los desperdicios por la vía fácil; arrojando los desechos al río para que cuando llueva la corriente se los lleve.
Algunos líderes vecinales de la zona indicaron que ciertamente el problema no es nuevo, pero que de un tiempo para acá se ha intensificado, por ello instan a la conciencia civil e incluso piden a las autoridades policiales y de seguridad penas rigurosas para quienes sean capturados vertiendo basura a los cauces.
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“Es un problema ciudadano, ambiental y hasta de supervivencia. O aprendemos o simplemente la naturaleza nos seguirá pasando factura”, dijo un vecino que fue entrevistado en el momento en que se realizaba esta nota periodística.
