Julio Mazparrote, vicepresidente de la Cámara Venezolana de Textos Escolares, indicó este martes que las compras de textos escolares comenzaron lentas, pero a comienzos de octubre empezaron a moverse. «La crisis económica, en el aspecto inflacionario, ha causado estragos», acotó.
La mayor cantidad de ventas se ve en las librerías que ofrecen financiamiento, y es un fenómeno nuevo, señaló en entrevista para Unión Radio. «Sin embargo, están entre 5 % y 10 % por debajo» en relación con el año pasado, apuntó.
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Mazparrote indicó que los colegios privados exigen una lista porque se supone que hay cierto poder adquisitivo. En cambio, los colegios públicos «tienen un compromiso del Estado» pero no se ha logrado desde hace siete años. «Se ha seguido insistiendo en la impresión de la Colección Bicentenario, pero al final no se realiza», comentó.
En el país hay unas 10 editoriales de textos escolares, que producen casi todo en Venezuela: «Hecha, escrita, formulada por docentes venezolanos». Los libros que mantienen a las editoriales son los que pueden rayarse, describió; los de bachillerato van al reúso. Para este año escolar se imprimieron unos 700 mil a 800 mil libros «y estamos hablando de más de 7 millones de niños». Colombia produce cada año «unos 14 millones de libros», estimó.
