Yeiber Faneite, nombre que sigue retumbando en la memoria de muchas personas, pues se trata del niño que desapareció en Aroa el 23 de marzo del presente año y todavía no se sabe nada de su paradero, a pesar de que fue intensamente buscado por funcionarios policiales, de los cuerpos de socorro y civiles.
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El caso se convirtió en un misterio, porque desde el momento que desapareció no hubo rastros del pequeño que indicara en dónde pudiera estar, quiénes estarían implicados en este delito y menos el motivo.
Las autoridades de seguridad en el estado nunca ofrecieron detalles del caso, siempre mantuvieron el silencio y durante más de un mes estuvieron trabajando en la investigación, pero transcurrido el tiempo todo quedó en el olvido, y ya mañana se cumplen siete meses de la desaparición.
Como ya se ha reseñado en varias oportunidades, el niño estaba en el patio de su casa, ubicada en el sector Victoria de Bolívar, jugando junto a sus hermanos cuando su mamá salió, presuntamente, a buscar leña en el río, y al regresar no encontró a Yeiber.
Al percatarse de su ausencia, comenzó a buscarlo en las casas de los vecinos, y al no localizarlo decidió reportar el hecho a la Policía regional, desde entonces no se supo más nada del menor.
La madre del niño fue detenida por una comisión del CICPC delegación municipal San Felipe, pero no por la desaparición del hijo, sino por el delito de trato cruel, debido a la condición en la que estaban los hermanos de Faneite.
Cuatro de los niños siguen en manos del Estado, y una adolescente está al cuidado de una tía materna. El padre de todos los menores está preso desde hace tiempo en la Comandancia General de Policía de San Felipe.
