
Al menos tres bandas organizadas están operando en Veroes, las cuales se hacen llamar: «El Alvarito», «El Braily» y «El Mono», todas integradas por más de 10 sujetos que se dedican al cobro de vacuna a productores y comerciantes, pero cada quien en zonas diferentes.
Según fuentes policiales y denuncia confidencial de algunas víctimas, estas bandas son las que mantienen en zozobra a los productores y comerciantes del municipio exigiéndoles altas sumas de dinero, que varían dependiendo de la producción que cada uno tenga.
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Se conoció que ahora los antisociales han implementado una nueva modalidad de cobro, por ejemplo, en el caso de los ganaderos, les exigen el pago de 1.000 a 2.000 dólares, y mensualmente tienen que entregar dos vacas.
Los que siembran plátanos y caña tampoco escapan de esta realidad. Los que deciden emprender instalando un local comercial también son víctimas, pero estos, presuntamente, pagan sumas de dinero más bajas que van de 500 dólares en adelante.
A ellos primero le hacen llegar una carta solicitándole una «colaboración» con un monto indicado, y le dejan un número telefónico para que se comunique. En caso de que la persona ignore esto, los hampones la contactan al paso de unos días y le advierten que debe cancelar lo exigido.
Si el extorsionado sigue haciendo caso omiso, los antisociales le llegan al sitio de residencia de madrugada y le disparan a la casa con la intención de hacer presión. Seguidamente, comienzan las constantes amenazas de muerte.
Las víctimas tienen temor
Las fuentes que aportaron la información (policial y civil) aseguran que son muchas las víctimas, pero son contados los que denuncian. «Hay mucho temor y, por lo tanto, guardan silencio», coincidieron.
Esta situación ha estado tan crítica en Veroes, que algunos ganaderos han tenido que vender los animales y comenzar a sembrar coco. 2Lo que iniciaron recientemente a sembrar caña ya trabajan con temor, porque algunos están siendo extorsionados, y aún no hay zafra», sostuvo la fuente.
Añadió que la delincuencia está desatada, y los organismos de seguridad es poco lo que han hecho. «Necesitamos contundencia en la actuación policial. Los delincuentes piden sin saber el costo de una res, exigen más de lo que vale», detalló una de las fuentes.
Oficialmente, las autoridades de los organismos de seguridad no ofrecen detalles de lo que sucede en Veroes, el hermetismo es la constante.
A pesar de ello, se supo que las bandas que operan en la jurisdicción tienen sus zonas delimitadas para delinquir. En el caso de «El Alvarito», tiene tomadas las zonas de Farriar, Agua Negra y Pueblo Nuevo, siendo esta la más grande, y entre cuyos integrantes hay incluso caraqueños, así como propios de la zona.
«El Braily» delinque en Taría y en algunas zonas aledañas. Estos, supuestamente, han tiroteado viviendas, cometido robos y hurto de ganado a plena luz del día.
Lo mismo han hecho los hampones que son parte del grupo criminal «El Mono», que han estado desplazándose en parte de la parroquia El Guayabo.
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