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lunes, septiembre 8, 2025
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Travesías…Lo sé…pero no lo aplico

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El ejercicio periodístico, los intentos y la práctica cotidiana hacia cualquier género de las artes, hacen la diferencia. Igual efecto se tiene en las virtudes. Además, su ejemplo hace mejores ciudadanos. Recordemos cómo ser prudente, debido a que las cosas por sabidas se ignoran y por ignorar se olvidan.

Iniciar una narrativa basada en una explicación clara del término en cuestión, es fundamental. Prudencia, si has leído hasta aquí, se traduce entonces desde ya en una garantía de comprensión y retroalimentacion de uno de los pilares sólidos y fundamentales del ser humano.

De eso se trata, porque en más de una oportunidad he observado utilizar dicha expresión sin el menor conocimiento del significado del mismo. Definir esta virtud como la capacidad de elegir entre el bien y el mal, de aquello que nos hace crecer como seres humanos y los que nuestra ansiedad nos hace imprudentes.

Comentar sin verificar, pensar, por ejemplo, en las consecuencias de lo que en algún momento pudiéramos decir, es una forma de discernir. He aquí la palabra clave.

¿Razón? Aun cuando la verdadera prudencia proviene de nuestro creador para hacernos capaces para actuar y ser sensatos. Discernir nos plantea en cualquier circunstancia decidir día a día cuál es el momento más adecuado y oportuno el tiempo para actuar.

Aún cuando estas habilidades se van adquiriendo con la madurez y experiencia, todo esto implica y va de la mano con la reflexión, el consejo y el juicio.

El hombre, por naturaleza, no es imprudente; es su forma de actuar lo que lo lleva a comportarse de esa manera cuando decide «entrar» y no saber cómo ejecutar ni llevar a cabo una idea, hacerlo en el momento inoportuno y no medir las consecuencias de su acción.

Antes de tomar una decisión, les sugiero detenerse unos minutos y evalúe los pros y contras de la misma. Se dará cuenta de que paso a paso irá tomando decisiones aún más sensatas, sin inmediatez ansiosa. Y como decían nuestros abuelos “con cuatro dedos de frente”. Eso es actuar con prudencia. Hasta otra travesía.

Leer también: Fundamento, fe y compromiso

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