Caminar es un placer, como dormir y comer, enamorarse algún día de una linda mujer, enfrentar cualquier problema que nos toque resolver con el don de la humildad, mucho se puede obtener desde un “que Dios te bendiga” hasta ponerte a valer en un momento de apuro, calmándote un padecer, apartándote un peligro, donde pudieras perecer.
Los deberes de esta vida, no hay que desconocer, es mejor pasar por tonto, y no dársela de rey. Ante Dios somos iguales, tanto uno el hombre como la mujer, si nos damos cariño y respeto, buen fruto se va a recoger, por eso nuestros hijos también lo van a aprender, con ofensas y la violencia todo se echa a perder.
La clave es andar con Dios, tal cual como debe ser, vivir como buenos hermanos, aprendiendo a obedecer la enseñanza de Cristo Jesús, quien siempre nos va a proteger. En un mundo tatareto, que tiende a desaparecer, el ciclo se le ha vencido, ya no hay más nada que hacer, pero hay una esperanza, y eso se va a conocer, que después de su derrumbe de nuevo lo va a restablecer, para aquellos elegidos que por sus méritos llegaron a él.
En diferente orden quiero enviar algunas letras de mis canciones, que en el pasado me dieron a conocer, primeras en grabación en 1968, con el maestro yaracuyano Juan Galea (Boraureña) y paisajes en de San Felipe.
Mi linda boraureña, hoy me lleno de gloria porque compuse un vals, en nombre a tu memoria, eres tú la belleza, la más tierna emoción que ha animado a mi alma con todo mi cariño hacerte esta canción, cuando llegan las fiestas patronales de junio, que nuestra virgencita se nos llena de orgullo, de verte allí en la misa rezando con fervor, pidiéndole que brinde con toda su ternura la luz a nuestro amor.
La Santa Trinidad, es la patrona fiel del pueblo de Boraure, el que te vio nacer, aquel 30 de agosto, la fecha consagrada, en que has nacido Olga Rosa, para hacerte de mí la prenda más amada. Aquí en mi San Felipe, donde te conocí un Domingo de Gloria en la iglesia matriz, había festividades, recuerdo en ese año que se celebran siempre tradicionales ferias el 1 de mayo.
Así fue la Santísima Trinidad, nos dio luz y unión con 56 años de duración, hasta que le tocó partir, pero sigue viva en mi corazón. El padre, que nos casó el 16 de noviembre del 63, nos dijo hasta que la muerte los separe, y yo afirmo, nos separó de cuerpo, porque en mi corazón anda acompañándome todo el tiempo. En próximas Lorenzadas conocerán otras canciones.
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