
*Sobre Israel y Palestina: Soy de quienes abundan en detalles antes de tomar cualquier postura, y no por ello he estado exento de cometer errores en procura de lo racional y lo ético. He leído por allí que el camino de la decepción está lleno de buenas intenciones, y no es para menos. Muchas personas que dicen apoyar la aspiración de paz de Palestina ignoran por completo que tal concepción, la del pueblo, tierra o nación, son creaciones de reciente data y que mucho fue una respuesta activa de países árabes para anteponerse a la recomposición de Israel a finales de los años 40. También, los que creen que solo usando un pañuelo que se ha vinculado fallídamente con este pueblo o levantando una bandera que no podrían colocar en un mapamundi, prefieren obviar la masacre y secuestro de israelís y extranjeros producida el 7 de octubre de 2024 por activos de Hamás, el grupo extremista. ¿Indagar sobre estos elementos es un apoyo tácito a Israel? Táctica globalista en revisión.
*Lucha narrativa: Son diversos los vacíos informativos que encontramos en este clima de tensiones entre Venezuela y Estados Unidos, sin embargo, deberíamos puntualizar la prudencia en esta situación. Es irresponsable alentar un caos como una posible confrontación armada, y más absurdo es pensar que tal mecanismo es compatible con un cambio de rumbo o la paz de una sociedad. No es desde la irracionalidad de la guerra que podemos superar los diversos problemas que nos aquejan y que falsamente algunos quieren promover. ¿Ha faltado disposición política en el país? Totalmente, pero no podemos suponer que un juego de calamidad total es la fórmula final que no hemos conseguido en tanto tiempo. Siempre habrá tiempo para el entendimiento y eso pasa por la disposición de cumplir la palabra empeñada. Llegar a este punto era algo impensable hace 30 años, y miren cómo estamos.
*Moneda ambigua: El valor del dólar frente al bolívar se pierde de vista, y las informaciones al respecto parecen girar en torno a la retórica de la confusión de terminologías, como, por ejemplo, decir que el 78 % de las operaciones financieras en el país se hacen en bolívares, pero no se aclara que hay un múltiplo de cálculo que es el valor de la divisa. Ninguna autoridad financiera declara, asume o presenta alguna alternativa que no sea más de lo mismo, como cuando hace un mes habría unas medidas cambiarias que nunca se dijeron y menos fueron realidad. Que el comerciante y el empresario se las ingenian es cierto, sin embargo, el infortunio embarga a quienes dependen de un sueldo expresado en bolívares. Solo dejo testimonio para la historia.
*Sin sentido: El ministro de Educación Héctor Rodríguez planteó, recientemente, la eliminación de las tareas y, a priori, puede uno pensar en lo desacertado o no de la posibilidad, no obstante, lo ideal sería una discusión profunda y objetiva sobre el tema. Tuve la oportunidad de conocer y practicar la docencia en diversos niveles y siempre me va a resultar curioso que, por ejemplo, en la materia de Inglés se le ponga como obligación a los estudiantes el hacer una maqueta con los planetas para aprenderse sus nombres, o la realización de pancartas que a todas luces son prefabricadas, o hechas por los padres, o peor aún por terceros que han hecho de las obligaciones escolares absurdas un negocio. En otro sentido, no se puede generalizar con las obligaciones escolares en casa porque lo negativo puede ser lo excesivo o lo ilógico de algunas. Suprimir las tareas escolares, en su totalidad, sería contraproducente y debatible, por ello lo necesario es el equilibrio. Aprovechando el interés de la discusión podría hablarse de la necesidad de conocer profundamente la inteligencia artificial u otras materias en los cuales los jóvenes se encuentran rezagados, así como hacer coherente y vigente el fallido experimento de las computadoras, tables y libros en manos de los estudiantes. Mucho por debatir.
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