
Desde el 9 de noviembre de 1966, a raíz de un accidente automovilístico en el que supuestamente estuvo involucrado Paul McCartney, comenzó a circular en Inglaterra el rumor de la inesperada muerte de uno los líderes fundadores de The Beatles. He aquí los detalles de una de las leyendas urbanas más comentadas en todo el historial pop-rock.
Inicialmente, en territorio británico este rumor no se propagó con tanta notoriedad. Sin embargo, tres años más tarde, en 1969, en los Estados Unidos este mismo rumor alcanzaría niveles siderales, desatando una gran confusión que luego culminaría con una seria y muy sobria aclaratoria emitida por el propio McCartney. Sin duda, los medios convencionales de la época contribuyeron a la difusión de aquella macabra fake news.
El 12 de octubre de 1969, un hombre quien se identificó como Tom, llamó a Russel Gibb, locutor de la emisora local WKNR-FM ubicada en Dearborn (Michigan-EE UU). El citado radioyente afirmaba que Paul McCartney estaba muerto. Al efecto, solicitó reprodujeran la canción “Revolution 9” (del doble álbum The Beatles, 1968), pero en sentido inverso. Al sonarla, supuestamente, podía oírse la frase “Turn me on, dead man” (Enciéndeme, muerto), en clara referencia al trágico deceso de McCartney.
Dos días después, el 14 de octubre de 1969, el periódico Michigan Daily publicó una reseña satírica titulada “McCartney está muerto: nuevas pruebas salen a la luz”; un escrito muy bien elaborado por John Gray y Fred LaBour, dos estudiantes de la Universidad de Michigan. Sorpresivamente, los periódicos de casi todo Estados Unidos reprodujeron la falsa historia. Al mismo tiempo, Russel Gibb y colaboradores crearon ‘The Beatle Plot’ (Complot Beatle), un espacio radial de dos horas dedicados a este rumor.
Posteriormente, el 21 de octubre de 1969, Ruby Yong -locutor nocturno de la emisora WABC, situada en New York, afirmaría que McCartney ciertamente había fallecido en un aparatoso accidente vial en Inglaterra el día miércoles 9 de noviembre de 1966. De acuerdo a esta versión, Paul había quedado decapitado y calcinado luego de la explosión del automóvil. Según este locutor, en los álbumes de The Beatles subsecuentes al siniestro habíamos oído un McCartney “sustituto” (llamado por algunos Billy Shears o William Campbell).
Esta edición del programa de Mr. Yong -dado que era transmitida en horario nocturno- podía escucharse en 38 estados de los Estados Unidos e incluso en otros países. Así, y sin querer queriendo, el infame relato de “Paul está muerto”, de la noche a la mañana se había convertido en una “noticia internacional”.
Infinidad de teóricos de la conspiración no vacilaban para “encontrar y descifrar” encriptados mensajes alusivos a la terrible desaparición física de McCartney. Por ejemplo, de la portada del álbum Abbey Road, distinguían: John Lennon como sacerdote de blanco, Ringo Starr vestido de negro simbolizando el enterrador, George Harrison como sepulturero y Paul McCartney (descalzo), el supuesto difunto.
Llegó un momento en que muchos admiradores de The Beatles, dentro y fuera de EE UU, comenzaron a angustiarse, ya que no lo podían creer. En Londres, el mismo 21 de octubre, el famoso cuarteto de Liverpool no dejaba de desmentir el rumor. Ringo Starr llegaría a declarar: “Si la gente lo va a creer, lo va a creer”. Por su parte, John Lennon afirmaría: “Es una locura, pero es buena publicidad para Abbey Road».
Hacia finales de octubre, un reportero y un fotógrafo de la prestigiosa revista estadounidense Life, viajaron a Escocia y llegaron furtivamente hasta la granja propiedad de McCartney. Visiblemente molesto al ver el par de intrusos en su lugar de descanso, el afamado músico accedió a una entrevista afirmando: “Quizás el rumor empezó porque recientemente no he salido mucho en la prensa. Estoy feliz de estar con mi familia” … El 7 de noviembre, tras la publicación de esta edición de Life, el rumor comenzó a decaer.
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