
El expresidente francés Nicolás Sarkozy ha ingresado este martes en la cárcel de Santé, en París, para cumplir su condena de cinco años por la financiación ilegal de la campaña electoral que le aupó a la presidencia en 2007.
El político estará internado en una celda diferente a la de los presos comunes y disfrutará de algunos privilegios.
Sarkozy estará encerrado en una parte diferente de La Santé, que se llama «ala VIP», y está destinada a prisioneros de alto perfil o vulnerables. Esta zona tiene 18 celdas individuales de 9 metros cuadrados cada una, que están apartadas del resto de la población carcelaria. Aunque las autoridades penitenciarias graban las llamadas, cada celda cuenta con un teléfono fijo y una ducha privada.
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El espacio cuenta únicamente con una cama y un escritorio atornillados al suelo, una silla de plástico, un refrigerador, una ducha, un sanitario y una pequeña televisión, que podrá usar si paga un dinero extra.
Por otra parte, los internos en esta sección pueden acceder a una biblioteca y a un gimnasio pequeño. También podrán salir una hora al día, aunque no coincidirán con los presos comunes. Podrá recibir visitas tres veces por semana, entre ellas las de su esposa, la cantante Carla Bruni, quien ya acudió a verlo el martes por la noche.
Los guardias encienden las luces a intervalos fijos por la noche para revisar su celda a través de una mirilla.
En una entrevista previa con Le Figaro, Sarkozy mencionó que llevaría consigo dos libros: una biografía de Jesús y El conde de Montecristo, novela sobre un hombre inocente condenado injustamente.
Ubicada en el corazón de París, La Santé es una de las cárceles más antiguas y emblemáticas de Francia. Construida en el siglo XIX, fue remodelada en 2019, pero conserva un régimen estricto para sus prisioneros más notorios.
Se trata de una de las prisiones más importantes de la capital francesa. Sin embargo, a pesar de que La Santé ha sido reformada, sufre todavía problemas de hacinamiento, con una ocupación cercana al 190% de su capacidad. Esto significa que muchos prisioneros tienen que compartir celdas o dormir en colchones en el piso.
Esta prisión ha acogido en su historia a personas como el terrorista Carlos «el Chacal», al exdictador panameño Manuel Noriega y a criminales franceses notables como Jacques Mesrine y Michel Vaujour, entre otros.
«Soy inocente»
En un mensaje publicado en su cuenta de X (antes Twitter), Sarkozy insistió en su inocencia.
“No es un expresidente quien entra hoy en prisión, sino un hombre inocente. La verdad prevalecerá.”
Durante su traslado, algunos internos gritaron desde sus celdas: “¡Bienvenido, Sarkozy!”, según reportaron periodistas presentes.