Muchas personas con enfermedades crónicas han tenido que paralizar la medicación indicada por los especialistas por no tener como pagarla.
Hacer frente a cualquier tratamiento médico, desde una simple gripe hasta una enfermedad crónica, cuesta y mucho, no solo por el hecho de padecer la patología, sino por el costo de los medicamentos.
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A diario son muchas las quejas de los ciudadanos, quienes comentan sobre lo difícil que se ha vuelto costear cualquier tipo de medicamentos. La situación ha llegado al punto que algunos tratan de adquirirlos a través de ofertas crediticias como Cashea.
Los precios de los productos van a variar por la cantidad y el laboratorio. En farmacias tradicionales, por ejemplo, un acetaminofén con clorfeniramina está cerca de los Bs. 250, mientras que los comunes antigripales granulados superan los Bs. 800.
Los pacientes con patologías crónicas se la ven más difícil. El losartán está desde Bs. 210 hasta Bs. 930, dependiendo de los componentes que le agregan. Mientras que el enalapril puede conseguirse desde los Bs. 100 hasta Bs. 800, aproximadamente.
Quienes necesitan medicamentos para controlar los niveles de azúcar en la sangre, y deben tomar metformina para ello, tienen que disponer entre Bs. 200 y Bs. 400 para una caja de 30 tabletas de 500 gramos, una de mayor cantidad supera fácilmente los Bs. 700.
Para el tratamiento asociado a convulsiones, se necesita entre Bs. 300 y Bs. 1.800 para comprar la carbamazepina, mientras que el valpron está desde los Bs. 1.700 hasta 2.600, aproximadamente.
Los antibióticos también están difíciles para el bolsillo, el levofloxacino ronda entre los Bs. 500 y Bs. 700, la amoxicilina se encuentra en Bs. 300 y Bs. 900, uno de los más “económicos” es la azitromicina, ya que en ciertas farmacias se puede conseguir hasta en menos de Bs. 100, en todos estos casos, con sus respectivos récipes médicos.
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A muchos se les hace difícil pagar estos medicamentos, especialmente a los pacientes crónicos, quienes en muchos casos necesitan diversos fármacos para atender varias patologías al mismo tiempo.
Hay pacientes que deben parar el tratamiento o si no “ahorrarlo”, hay quienes, por ejemplo, les indican dos patillas diarias y optan por tomarse solo una.
La situación es muchísimo más difícil para quienes atraviesan enfermedades más complejas, entre ellos los pacientes trasplantados o con patologías inmunológicas, debido a que los inmunosupresores pasan fácilmente de los 40 dólares, y si hablamos de quimioterapia, un solo fármaco puede costar más de $ 100.
