
El saldo de muertos por el potente terremoto que golpeó Birmania y Tailandia subió drásticamente este sábado a más de mil personas, según han informado las autoridades locales, mientras los equipos de rescate buscan a posibles sobrevivientes entre casas en ruinas y en un rascacielos colapsado en Bangkok.
El sismo de magnitud 7,7 y poca profundidad sacudió a primera hora de la tarde del viernes el centro de Birmania, con su epicentro cerca de Mandalay, la segunda ciudad del país, gravemente dañada.
El temblor, seguido por una réplica de magnitud 6,7, destruyó numerosos edificios, abombó carreteras y derribó puentes en este empobrecido y aislado país del sudeste asiático.
Al menos 1.002 personas murieron y casi 2.400 resultaron heridas en Birmania, anunció el sábado la junta militar que tomó el poder hace cuatro años con un golpe de Estado.
Tailandia confirmó por su lado al menos diez muertes en Bangkok, la capital.
Sin embargo, con las comunicaciones caídas y partes de Birmania bajo control de grupos armados étnicos y disidentes, la magnitud real del desastre puede que todavía no haya emergido.

