Las personas cuyos síntomas aún no cumplen los criterios para el diagnóstico de un trastorno depresivo pueden beneficiarse de medidas terapéuticas preventivas como una especie de escudo, a fin de que la depresión no se manifieste en pleno. Investigadores de Múnich y Magdeburgo, en Alemania, llegan a esta conclusión en un nuevo estudio científico. Según estos resultados, los afectados que habían aplicado las opciones preventivas tuvieron significativamente menos probabilidades de sufrir trastornos depresivos durante el primer año después de la medida o «intervención». El estudio fue publicado en la revista especializada “The Lancet Psychiatry”.
Falta de energía, dificultad para dormir, pérdida de interés y tristeza persistente son características típicas de la depresión. Estos y otros síntomas a veces ocurren, aunque en menor medida, antes de que los médicos hablen de un trastorno depresivo pleno y diagnosticado.
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«Por regla general, los afectados sólo reciben tratamiento cuando sus síntomas cumplen los criterios clínicos de depresión», afirma David Ebert, profesor de Psicología y Atención de Salud Mental Digital de la Universidad Técnica de Múnich (TUM). «Los resultados de nuestra investigación muestran que también podemos lograr mucho en materia de salud mental mediante la prevención«.
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Las personas del grupo de tratamiento participaron en intervenciones terapéuticas debido a los llamados síntomas subclínicos de un trastorno depresivo. Estas medidas solían diseñarse para un corto periodo de tiempo -entre seis y doce sesiones- y podían desarrollarse de forma presencial o digital. Las terapias incluían, por ejemplo, elementos de terapia conductual, entrenamiento para la resolución de problemas o ejercicios para un sueño más reparador.