Los golpes no es el único tipo de violencia contra la mujer, existen otras formas de agresión que no suelen ser visibles o tangibles, pero sí profundamente dañinas y dolorosas como es el abuso emocional y psicológico.
Cada #25nov se conmemora el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, una fecha que invitar a reflexionar sobre las múltiples formas de violencia que agobian a mujeres en todo el mundo.
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La psicóloga con visión social y perspectiva de género, Gabriela León, explicó que el abuso emocional y psicológico se manifiesta de maneras sutiles, pero destructivas.
“Según investigaciones y prácticas clínicas estas formas de violencia a menudo preceden o coexisten con otras manifestaciones de abuso. Lo más preocupante es que, debido a su naturaleza intangible, son difíciles de identificar tanto para la víctima como para su entorno”, dijo la especialista.
Señaló que el abuso emocional incluye comentarios, actitudes y comportamientos diseñados para menospreciar, controlar o manipular a una persona, erosionando su autoestima y autonomía. Por su parte, el abuso psicológico se refiere a tácticas que buscan desestabilizar emocionalmente a la víctima, como el gaslighting, un método que distorsiona la realidad para hacer que la persona dude de su percepción y juicio.
¿Cómo identificarlo?
León dijo que un ejemplo de ello son los comentarios despectivos disfrazados de preocupación: «No me gusta cómo te ves con esa ropa, pero es tu decisión«.
También está el control emocional, «siempre haces un drama por nada» o «estás exagerando».
Otro ejemplo que dio fue el aislamiento progresivo, es decir, reproches por pasar tiempo con amigos o familiares, con el pretexto de que “solo quieren protegerte”.
«Estas dinámicas generan un desequilibrio de poder, afectando no solo la autoestima de la víctima, sino también su capacidad para establecer límites y reconocer relaciones saludables», dijo la especialista. La psicóloga agregó que las consecuencias de ignorar estas señales de alerta pueden ser devastadoras.
Explicó que, según estudios sobre el estrés crónico en relaciones tóxicas, las víctimas a menudo desarrollan ansiedad, depresión, insomnio y fatiga. «Este impacto no solo afecta su bienestar psicológico, sino también su salud física y calidad de vida«.
Identifica las banderas rojas
León detalló que es esencial educarnos para detectar comportamientos que pudieran parecer inofensivos, pero que en realidad son señales de abuso emocional.
Dijo que comentarios como «eres demasiado sensible» o «estás recordando mal» invalidan las emociones y experiencias de la víctima, creando una dinámica de manipulación y control.
“El abuso emocional no ocurre en un vacío, está profundamente enraizado en dinámicas de poder y control perpetuadas por un sistema patriarcal. Comprender estas conexiones nos permite abordar la violencia desde una perspectiva estructural y preventiva”, dijo la psicóloga.
Rompiendo el ciclo de violencia
Sostuvo que romper el ciclo del abuso emocional requiere valentía, apoyo y herramientas efectivas. «La educación emocional, el fortalecimiento de la autoestima y la creación de redes de apoyo son pasos fundamentales. Además, es crucial fomentar espacios de reflexión y acción comunitaria que visibilicen estas formas de violencia».
Para León el #25nov nos recuerda que la violencia de género no siempre deja marcas visibles, pero sus heridas son profundas y duraderas. Reconocer, prevenir y denunciar el abuso emocional y psicológico es un acto de justicia y amor propio.
Fue enfática al decir que como sociedad tenemos la responsabilidad de construir relaciones basadas en el respeto, igualdad y dignidad.
¡Alerta! Algunos red flags en una relación de pareja
- Control disfrazado de cuidado: revisar tu teléfono o cuestionar constantemente dónde estás, bajo el pretexto de “preocuparse por ti”.
- Aislamiento progresivo: quejarse de que pasas “demasiado tiempo” con tus amigos o familiares, alejándote de tus redes de apoyo.
- Celos desmedidos: cuestionar todas tus interacciones con personas del sexo opuesto y exigir detalles de cada conversación.
- Gaslighting: frases como “eso nunca pasó” o “estás exagerando”, que buscan hacerte dudar de tu memoria o percepción.
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