Poco se podría imaginar la injerencia que tendría el expresidente del gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero en la política venezolana. Sus constantes mediaciones han sido motivo de muchas especulaciones y comentarios. Lo cierto es que los frutos de esas participaciones, de haberlos habido, no siempre han podido ser escrutados por la opinión pública. Así inicia un análisis realizado en días pasados por Runrunes sobre la actuación de este político ibérico en nuestro país.
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Siempre socialista
Fue en 1976 cuando despertó su vocación política tras asistir a un mitin de Felipe González en Gijón. Al poco tiempo de cumplir la mayoría de edad se afilió a las Juventudes Socialistas y al Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y fue secretario de la organización juvenil en León.
Proveniente de Valladolid, nació el 4 de agosto de 1960. Su padre, Juan Rodríguez García de Lozano, es abogado. Su abuelo paterno fue capitán del ejército durante la Segunda República y fue ejecutado por los sublevados el 18 de agosto de 1936 en el barrio de Puente Castro de León, durante la guerra civil española, por negarse a participar en la sublevación en León. El testamento del capitán Rodríguez Lozano, escrito antes de su fusilamiento, es citado por Zapatero como uno de los motivos que le hizo entrar en política.
Rodríguez Zapatero estudió Derecho en la Universidad de León y en 1986 se convirtió en el diputado más joven en el Congreso al obtener un escaño en la legislatura 1986-1989 por León. Permaneció hasta 2011 como diputado. En 2004 llegó a la presidencia del gobierno español y su mandato se extendió por dos períodos, hasta 2011.
Una de las primeras medidas que tomó el vallisoletano fue ordenar la retirada de las tropas españolas de Irak en 2004, cumpliendo así una de sus promesas electorales. En 2007, se aprobó la Ley para la Igualdad Efectiva de Mujeres y Hombres, que buscaba garantizar la igualdad de oportunidades entre géneros en todos los ámbitos de la vida, incluyendo el laboral y el político.
En 2005, España se convirtió en uno de los primeros países en legalizar el matrimonio entre personas del mismo sexo, un hito en la lucha por los derechos de la comunidad LGBTQ+. También en 2006 promovió una ley para establecer un sistema de atención a las personas en situación de dependencia, proporcionando servicios y apoyo a quienes lo necesitan.
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Que hablen todos
Años después de su salida del gobierno de España intentó promover su perfil internacional y se convirtió en una figura mediadora en los diálogos políticos en Venezuela. Desde 2016 ha insistido en que “la situación política se resolverá a través del diálogo”.
En mayo de ese año anunció que planeaba hacer un esfuerzo “muy serio” para un gran diálogo nacional en Venezuela, a fin de que se pudiera superar la crisis política y económica. Ese fue uno de los años más duros en torno a la escasez de productos básicos y fue el preámbulo de la Emergencia Humanitaria Compleja.
El español lideró la Mesa de Diálogo de la República Dominicana desde marzo de 2016 hasta febrero de 2018. Allí estuvo acompañado de los expresidentes de este país caribeño, Leonel Fernández, y del de Panamá, Juan Carlos Varela, reseñó El Confidencial.
Después de dos años de constantes viajes a Venezuela para intentar mediar entre el gobierno de Nicolás Maduro y la oposición, en junio de 2019 tiró la toalla y se retiró de la mediación.
En el año 2020, cuando se realizaron las elecciones parlamentarias, casi 40 partidos de la oposición acordaron no participar citando denuncias de presuntas irregularidades en la planificación de los comicios y sostuvieron que probablemente serían fraudulentos.
El mismo día de las elecciones, el 6 de diciembre, Zapatero abogaba por el camino del voto y el diálogo en Venezuela. “Ya está claro que la imposición y la violencia no son el camino, solo el voto y el diálogo”, señaló en torno a las elecciones de la Asamblea Nacional, que culminaron con un Parlamento controlado por el oficialismo.
Ya para 2019, cuando los intentos de diálogo en Venezuela se trasladaron a Oslo, comandados por el Reino de Noruega, Zapatero -quien ya estaba desconectado de las negociaciones- confiaba en que llegaría “a buen puerto” la mediación, que como otros intentos, culminó sin ningún tipo de acuerdo.
El exilio de Edmundo González
El pasado 7 de septiembre el excandidato opositor Edmundo González salió de Venezuela para exiliarse en España. Eso se dio después de unas reuniones que tuvieron lugar en la embajada de ese país en Caracas, donde estuvieron presentes Delcy y Jorge Rodríguez, el político que pertenecía a Primero Justicia, Eudoro González, y el embajador de España, Ramón Santos
En torno a esas polémicas reuniones surgieron los rumores: Rodríguez Zapatero habría sido una pieza clave en la salida de González Urrutia. Las especulaciones continuaron durante unas dos semanas, hasta que el propio expresidente del gobierno español confirmó que había facilitado el exilio del opositor.
“Pueden ustedes comprender que conozco todo lo que ha sucedido, y pueden ustedes comprender que me debo a las personas que han participado (…) Es un derecho y un deber el mantener discreción y lealtad a las personas que han permitido que facilite esa tarea”, expresó desde el Ateneo de Madrid.
Rodríguez Zapatero también señaló en ese momento que seguirá manteniendo un perfil discreto respecto a su labor de mediador dado que “el futuro puede determinar, puede requerir que realice alguna otra tarea en esa difícil situación que tiene Venezuela”.