El presidente de Panamá, José Raúl Mulino, manifestó este jueves #24oct su esperanza de que un tercer país pueda acoger a los migrantes venezolanos que sean deportados una vez que crucen el Darién y lleguen a la nación centroamericana, según reseña Tal Cual
Mulino, en su rueda de prensa, recordó que no hay actualmente relaciones diplomáticas con Venezuela y que, en ese sentido, no pueden enviarse a los venezolanos de regreso al país en el marco del acuerdo migratorio que Panamá tiene con Estados Unidos para reducir el flujo irregular de personas.
Hallar un tercer país que acoja a los migrantes irregulares de Venezuela sería una «solución a la crisis de los venezolanos que están cruzando por Panamá» con rumbo a Norteamérica, añadió el gobernante panameño.
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Por su parte la agregada regional de Seguridad Interna de Estados Unidos en Panamá, Marlen Piñero, dijo a algunos medios que «en los próximos días, semanas a más tardar», se podría iniciar desde ese territorio la deportación aérea de venezolanos que atraviesan la selva a terceros países, como parte del acuerdo entre Panamá y Estados Unidos que establece que el Gobierno estadounidense corre con los gastos de la operación.
Mulino había señalado el martes #22oct que la crisis migratoria del «tapón del Darién», la peligrosa selva por donde transitan centenas de miles de migrantes desde Sudamérica, es «un problema de Estados Unidos«.
«Panamá es la otra frontera de los Estados Unidos, no es Texas, es la región de Lajas Blancas del Darién y ese es un problema de los Estados Unidos. Esa gente no se queda en Panamá. Esa gente aspira a llegar a los Estados Unidos», opinó Mulino en una entrevista durante la etapa final de su viaje oficial a Francia.
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