El inicio de clases está marcado por la escasez de recursos y una profunda crisis que afecta a docentes y personal administrativo, situación que no vislumbra nada positivo en este nuevo período escolar.
Así lo aseguró Lelibeth Liscano, secretaria general del partido Avanzada Progresista en el estado Yaracuy, quien agregó, «esto es el resultado de una gestión educativa deficiente y falta de atención de las autoridades, quienes deberían velar por garantizar una educación de calidad«.
Liscano enfatiza que la falta de voluntad del Estado para dignificar la labor docente, es cada vez más evidente y está puesta de manifiesto en la negativa constante de firmar un contrato colectivo que respete los derechos históricos del magisterio venezolano.
«En seis años, el magisterio no ha recibido un aumento salarial por esta vía, lo que ha agravado la situación socioeconómica de nuestros docentes», afirma Liscano.
Este estancamiento ha llevado a los educadores a enfrentar una dura realidad, sin acceso a servicios básicos como salud, vivienda y alimentación, deteriorando así su calidad de vida y la de sus familias.
Sin embargo, resaltó la dirigente política que a pesar de estos retos, se puede apreciar la valentía y dedicación de los educadores, quienes día a día se presentan en las aulas, motivados por un profundo compromiso con su profesión, «para quienes exigimos atención».
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